Vengo leyendo lo que comentan comer y siempre aparecen las mismas cosas limpias, asépticas, buenas para perder grasa y estar bien nutrido.
Pero tal vez yo me crié en un mundo medio bestia que también tenía sus cosas buenas, aunque los exageros podían hacerte problemas por otro lado.
Voy a mi experiencia: un pedazo grueso de carne de vaca, con un poco de grasa, ponerle sal gruesa por encima y prepararla en la brasa. Sacar cuando todavía está roja por dentro y sangra al cortarla.
Bueno, yo como eso después de entrenar, y me siento óptimo. Mejor que con cualquier otra comida. Y si consigo comer eso todo día, entonces progreso de kilos en forma ostensiva.
Yo no soy nutricionista, en realidad soy el animal del laboratorio en el que una alimentación funciona. Tengo algunas conjeturas:
- aspecto sicológico: tal vez tengamos remiminiscencias de pasado de animal carnívoro, y el tigre aflora en nuestra mente.
- elementos químicos: la carne de vaca, por lo que sé tiene más hierro que las otras. La cocción más leve, mantiene sustancias orgánicas originales sin degradarlas.
- drogas consumidas por las vacas no, porque fui testado en una época pico de carnivorismo, por denuncias de mis enemigos, y no encontraron nada.
No sé, entonces, cuál es la causa. Sólo sé que me da mucha fuerza, y me sorprende también la falta, en las dietas de otras comidas tradicionalmente fortificantes, como guisos con mucha pimienta. Nadie come guiso, ni los novatos. Conocen suplementos rarísimos, pero guiso de porotos con chorizo, no existe.
Bueno, esto es mi testimonio. Espero el debate.
