Yo era ectomorfo, hice el servicio militar en el Aium (Sáhara occidental) y haciamos caminatas por el desierto de hasta 30 kilometros 15 de ida y 15 de vuelta a pleno sol, eso era horrible y con las comidas basura y el agua malísima y escasa, además me cogió la marcha verde, yo fui de los últimos soldados que salieron del Sahara y allí me salieron tres úlceras de duodeno, las cuales me llevaron a tener un estado decrépito, cuando vine a España tuve dos hemorragias digestivas y me tuvieron que intervenir quirúrgicamente.
Estuve entre el más acá y el más allá y cuando me dieron de alta en el hospital pesaba 54 kilos. Era el caballero de la triste figura, un ectomorfo agudo, me metí en un gimnasio para tomar peso y al cabo de cinco años pesaba 93 kilos en seco, estuve a punto de competir en el campeonato de Andalucía (soy sevillano).
Cuando hacía una pausa hablaba en razón de pérdida de peso, pero al cabo de los diez años de entrenamiento, me cambió la configuración y las pausas las lamentaba en razón de aumento de peso, luego, pasé por las tres fases, ectomórfica, mesofórmica y al final endomórfica.
Yo creo que hay más ectomorfos en el culturismo intentando subir que endomorfos intentando bajar.
Saludos