GreenPeace reconoce que miente sobre el deshielo del Ártico

Cada año crece el CO2

Os mando una gráfica impresionante:

No he sabido adjuntarla pero si copiais y pegáis en Google veréis como crece cada año el CO2 de manera impresionante, esto es monstruoso incluso aunque no hubiera cambio climático.

Juan

//blogdeopinion.blogspot.com/2009/06/el-observatorio-de-izana-cumple-25-anos.html
 
un viejo de mi pueblo le dijeron un dia que habia que cuidar la naturaleza, jajaja, porque andaba tirando mierda al rio o alguna cosa asi, y el pregunto que porque? y le dijeron, joder, ¿ a caso no quieres que los nietos de tus nietos no conozcan los arboles? y salta el tio, jajaja que les den por culo!! mi abuelo no conocio la televisiòn, a cada uno lo suyo!! , jajjaja

asique yo pienso que pase lo que pase, el hombre se adaptarà y listo, y cada uno, vivirà la etapa que le toque, antes habia mejor aire, mas animales en los bosques y mas peces en los rios, pero seguro que la inmensa mayoria prefiere el presente al pasado. ( yo personalmente prefiero el pasado)


jaja q cabron el viejo...eso no es normal macho..la gente mayor suele ser mas respetuosa q la joven..

El pasado te refieres a epocas mas gloriosas del imperio, no, o cuando?_jodete__humillaci

Saludos
 
la gravedad de la contaminación

Cantabron dijo: asique yo pienso que pase lo que pase dijo:
La cuestión -en mi opinión-, no reside en si nos gusta más o menos el pasado, la cuestión es que nos estamos cargando la Tierra, perjudicándonos a nosotros y no digamos a nuestros herederos y que por tanto deberíamos de tomar medidas al respecto.

Pondré un ej. las consecuencias de la contaminación del aire por el abuso del vehículo motorizado se puede resumir en el que por esta contaminación hay el doble de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, cánceres, alergias… y 350.000 muertes prematuras en Europa al año según un Informe de la Comisión Europea. El número de muertes prematuras causadas por la mala calidad del aire se va a multiplicar por cuatro en las próximas dos décadas, si no se hace nada pronto para frenar la degradación del medio ambiente. A esta alarmante conclusión llega un informe, publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), acerca de las perspectivas medioambientales en 2030 y el modelo económico necesario para evitar un colapso.
 
La cuestión -en mi opinión-, no reside en si nos gusta más o menos el pasado, la cuestión es que nos estamos cargando la Tierra, perjudicándonos a nosotros y no digamos a nuestros herederos y que por tanto deberíamos de tomar medidas al respecto.

Pondré un ej. las consecuencias de la contaminación del aire por el abuso del vehículo motorizado se puede resumir en el que por esta contaminación hay el doble de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, cánceres, alergias… y 350.000 muertes prematuras en Europa al año según un Informe de la Comisión Europea. El número de muertes prematuras causadas por la mala calidad del aire se va a multiplicar por cuatro en las próximas dos décadas, si no se hace nada pronto para frenar la degradación del medio ambiente. A esta alarmante conclusión llega un informe, publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), acerca de las perspectivas medioambientales en 2030 y el modelo económico necesario para evitar un colapso.

Y pregunto yo (sabiendo que estás puntualizando a Cantabrón), ¿cuándo hemos negado los que negamos el cambio climático, valga la redundancia, que se debe cuidar el planeta?

¿Cuándo hemos dicho que no se debe reciclar o qué no se debe apostar por las energías renovables (pero con cabeza)?

Nadie ha dicho lo contrario... la contaminación existe evidentemente, el cambio climático existe, el cambio climático antropogénico ni hartos de vino.
 
el cambio climático antropogénico

Y (...) la contaminación existe evidentemente, el cambio climático existe, el cambio climático antropogénico ni hartos de vino.

Te voy a adjuntar una noticia de ayer sobre el cambio climático antropogénicos sobre hielos que han existido durante millones de años (pueden medirse la temperatura que existía hace muchos miles de años y veréis la técnica de esa medición) están desapareciendo rapidísimamente, nunca ha habido camios de temperatura tan rápidos, hace poco una ola de calor mató a algunos millares de personas en Francia lo que nunca en la historia había ocurrido, en islas planas del Pacifico sus habitantes deben de abandonar sus tierras como en el Estado de Tuvalo, Africa se convierte en desierto, en España avanza la sequía... ¿Todo es una casualidad? ¿Una oleada de calor?

Hay estudios que observan como el cambio del Co2 en la evolución de la Tierra influye con otros factores en la evolución de la temperatura.

Hay va la noticia:

ELPAIS.com
El cambio climático agravará el hambre al disparar el precio de alimentos básicos
Un estudio vaticina 25 millones más de niños desnutridos por el calentamiento
LALI CAMBRA - Ciudad del Cabo - 01/10/2009

En el mundo hay 150 millones de niños desnutridos. Y contra los intentos de reducir esta cifra, el cambio climático va a añadir otros 25 millones en 2050, según un estudio publicado por el Instituto Internacional para la Investigación en Políticas Agrarias (IFPRI) presentado ayer. Esta situación podría evitarse si se destinaran 7.000 millones de dólares (4.800 millones de euros) anuales a inversión agrícola y adaptación de los trabajadores del campo a los efectos del cambio climático, según los autores del informe realizado para el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo Asiático.

Sin nueva tecnología y ajustes, el cambio climático tan sólo permitirá la irrigación de trigo en el 30% de los campos existentes en los países en vías de desarrollo (comparado con un escenario de no existencia de alteraciones climáticas). La situación agrícola y de seguridad alimentaria se verá agravada por el aumento del precio de los alimentos; el trigo aumentará, por ejemplo, un 194%. Según el IFPRI, el precio del maíz, en 2050, será un 153% más caro (de un 60% si las temperaturas permanecieran estables).
Los países más pobres serán los más afectados -especialmente el sur asiático y el África subsahariana-. Se reducirán las cosechas por el incremento de las temperaturas, los cambios en las precipitaciones y el aumento de las plagas.
Aunque sí habrá beneficios en algunas partes del mundo por el cambio en las temperaturas, en general se espera que sea negativo, amenazando la seguridad alimentaria global. Y los pobres son los que más se resentirán: en 2005 la mitad de la población activa vive en pases en vías de desarrollo y el 75% de los pobres del mundo viven en áreas rurales. La agricultura es extremadamente vulnerable al cambio climático debido a su dependencia de las lluvias. Es de prever que sean los pequeños agricultores de las áreas más pobres los que sufran más, explicó ayer Mark Rosegrant, director de la división de Medioambiente y Producción Tecnológica y uno de los autores del proyecto.
Rosegrant explica que el modelo en el que se han basado no incluye los efectos a la agricultura producidos por una mayor inestabilidad climática, la pérdida de tierras debido al aumento de los niveles del mar o la pérdida de cosechas debido a plagas, sino que se ajusta únicamente a los cambios en precipitaciones y temperaturas. Además de una inversión seria en las adaptaciones que requerirán los pequeños agricultores en los países pobres, el IFPRI recomienda asimismo facilitar la apertura de mercados agrícolas.

Juan
 
aqui no cabemos todos...

A(...) en fin, aqui no cabemos todos, y de una forma u otra esto se regula jajajajajajaj

Cantabron te diré que es al revés, cuanto mayor es la mortalidad más se multiplica la población, es la extensión del bienestar y de la cultura lo que limita en la práctica el crecimiento demográfico, además mi sensibilidad me impide aceptar que los miles de niños en el mundo que mueren al día por hambre, sed, enfermedades… (que se prostituyen por comer, son exterminados en Brasil, van a la guerra en África, son violados casi sistemáticamente en las guerras…), sea la forma de autorregularnos, permíteme una crítica, no te lo tomes a mal coge lo constructivo de la misma, por favor, no te rías de esa tragedia humana la cual a mí me duele y creo que nuestra dignidad como personas debería de impedirlo.

Juan
 
el cambio climático antropogénico

Y (...) la contaminación existe evidentemente, el cambio climático existe, el cambio climático antropogénico ni hartos de vino.

Perdonad he mandado otra cosa, voy a adjuntar una noticia de ayer sobre el cambio climático antropogénicos sobre hielos que han existido durante millones de años (pueden medirse la temperatura que existía hace muchos miles de años y la cantidad de CO2 y veréis la técnica de esa medición) están desapareciendo rapidísimamente, nunca ha habido camios de temperatura tan rápidos, hace poco una ola de calor mató a algunos millares de personas en Francia lo que nunca en la historia había ocurrido, en islas planas del Pacifico sus habitantes deben de abandonar sus tierras como en el Estado de Tuvalo, Africa se convierte en desierto, en España avanza la sequía... ¿Todo es una casualidad? ¿Una oleada de calor?

Hay estudios que observan como el cambio del Co2 (que insisto se puede medir en las burbujas atrapadas en hielo al igual que la temperaturas de hace miles de años) en la evolución de la Tierra influye con otros factores en la evolución de la temperatura de la Tierra.

Hay va la noticia:
El Ártico amenaza con fundirse por primera vez en 15 millones de años



ALICIA RIVERA - Madrid - 23/11/2009

El clima del pasado muestra el efecto del calentamiento acelerado actual

"Si averiguamos lo que pasó, podremos explorar el futuro", dice un experto

Desde hace 15 millones de años, el Ártico tiene una cubierta de hielo permanente, más extensa en invierno y menos en verano, pero siempre presente alrededor del Polo Norte. Por eso, la perspectiva actual de deshielo completo de ese mar septentrional, dentro de un par de décadas tal vez, debido al calentamiento global del planeta, preocupa a los científicos, alarmados ante un cambio tan drástico y rápido. De hecho, el deshielo registrado en la región recientemente es mucho más acentuado que las predicciones más pesimistas que se venían haciendo: ya se ha alcanzado una reducción de cobertura helada del Ártico que los modelos de proyección climática situaban en torno a 2020.

"El océano Ártico empezó a congelarse hace 47 millones y medio de años estacionalmente, es decir, que se formaba el hielo en invierno y se fundía en verano; sin embargo, durante los últimos 14 o 15 millones de años, la parte central del Ártico ha estado permanentemente helada. Ahora, debido al cambio climático, se espera que vuelva a la situación de deshielo completo en verano. Esto significa que el calentamiento en el Ártico, desde una perspectiva temporal geológica, es extremadamente dramático", explica Nalan Koc, investigadora del Instituto Polar Noruego. Koc es especialista en paleoclima y una de las científicas principales del programa internacional Acex que ha reconstruido la historia del Ártico de los últimos 56 millones de años.

Para descifrar la secuencia de hielo y deshielo en el mar más septentrional del planeta, los científicos leen las páginas del pasado escritas en el subsuelo del fondo marino. "Hay fósiles como diatomeas asociadas al hielo y microfósiles de aguas abiertas preservados en los sedimentos acumulados", explica Catherine Stickley, investigadora del proyecto, también del Centro Polar Noruego, con sede en Tromso. "Remontarnos a 47 millones de años, cuando empieza la cobertura helada estacional, nos ayuda a comprender lo que está pasando ahora en el Ártico", añade. Las conclusiones de la investigación se han publicado en Nature recientemente.

"Si logramos averiguar lo que sucedió en el pasado geológico, podemos empezar a utilizar ese conocimiento para explorar el futuro", afirma Jan Backman, de la Universidad de Estocolmo y uno de los científicos del consorcio Ecord, en el que participan 13 países europeos -incluido España- más Canadá.

Pero si no es fácil leer el registro de los sedimentos acumulados en el subsuelo marino, mucho menos es obtenerlo. Hubo que recurrir a un buque perforador especial y dos rompehielos de acompañamiento (uno ruso atómico) para sacar las muestras del fondo marino en forma de cilindros mediante una cala vertical, de hasta 428 metros de profundidad, con 1.300 metros de agua encima. La campaña, denominada Acex, se llevó a cabo en verano de 2004, durante mes y medio, y el lugar elegido para la perforación fue la cresta Lomonosov, una cadena montañosa submarina que cruza el Ártico desde Siberia hasta Groenlandia y que pasa a 250 kilómetros del Polo Norte.

El rompehielos ruso Soyuz y el sueco Oden fueron abriendo camino por el mar helado al buque perforador noruego Vidar Viking (un rompehielos adaptado) hasta el lugar elegido sobre la cresta Lomonosov. Lo protegieron durante las tres semanas de perforación durante las que se logró hacer un agujero de muestreo en el fondo marino de 428 metros y otros cinco de menor profundidad. Así fueron extrayendo cilindros formados por capas aplastadas de sedimentos del fondo océanico del pasado abarcando 56 millones de años de historia climática. "Es el primer registro temporal largo del Ártico", afirma Stickley. Acex costó 12,5 millones de euros, contando la operación de los tres buques, añade Stickley.

La clave en las muestras ha sido la presencia de unas diatomeas (plantas unicelulares) específicas del género Synedropsis, similares a las que se encuentran hoy en día en el Ártico y adaptado para vivir a temperaturas muy bajas y en la oscuridad, es decir, en condiciones de superficie del mar helada. Al hacer correlaciones temporales en las capas sucesivas de sedimentos acumulados en los cilindros de muestras, los científicos pueden reconstruir la historia climática.

El Acex ha proporcionado valiosa información científica, pero los investigadores están ya pensando en futuros objetivos. Más de 500 científicos de todo el mundo, expertos de perforaciones profundas -no sólo de Ecord, sino también equipos estadounidenses y japoneses- se reunieron a finales de septiembre en Bremen (Alemania) para diseñar la continuación del actual Programa Integrado de Perforaciones Oceánicas (IODP), que termina en 2013. Entre los objetivos definidos destaca la investigación del papel de los gases de efecto invernadero en la transición entre periodos fríos y templados de la historia climática del planeta y la magnitud, velocidad y localización de los correspondientes cambios en el nivel del mar.

Además, se emprenderán perforaciones en el suelo oceánico mucho más profundas que las actuales. El buque japonés Chikyu ya es capaz de hacer sondeos de hasta 7.000 metros en el fondo marino
 
Hola, os adjunto este completo analisis de la Crisis del Clima y las posiciones en Copenhague. Supongo que habeis oido hablar de Naomi Klein.
Es muy didactico y facil de entender, merece la pena.
¿Quién debe pagar la deuda climática? Por Naomi Klein
La ultima oportunidad de salvar al mundo. Durante meses, ése fue el modo en que se promovió la cumbre de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, que arrancó esta semana en Copenhague. Funcionarios de 192 países llegarían finalmente a un acuerdo para mantener las temperaturas globales por debajo de niveles catastróficos. La precumbre apeló a "esa sensibilidad típica de historieta de unirse para enfrentar un peligro común que amenaza a la Tierra", dijo Todd Stern, el enviado del presidente Obama en temas climáticos. "No se trata de un meteorito o un invasor espacial, pero el daño a nuestro planeta, a nuestra comunidad, a nuestros hijos y sus hijos va a ser igual de grave."
Eso fue en marzo. Desde entonces, la eterna batalla por la reforma del sistema de salud se llevó una gran parte del impulso que Obama tenía planeado poner en el tema del cambio climático. Ahora que Copenhague seguramente empezará antes de que el Congreso de Estados Unidos apruebe una flojísima ley del clima -coescrita por los lobbistas de la industria del carbón-, los políticos norteamericanos han abandonado las metáforas de superhéroes y están decididos a bajar las expectativas de que se logre un acuerdo importante en la cumbre climática. Es sólo una reunión, dice el secretario de Energía de Estados Unidos, Steven Chu, y no la "gran reunión definitiva".
Mientras disminuye la fe en las acciones del gobierno de Obama, los militantes del clima están tratando a Copenhague como una oportunidad distinta. Camino a ser la más grande reunión ambiental de la historia, la cumbre representa una posibilidad para recuperar el terreno político perdido en manos de medidas incompletas -amigables para el negocio, tales como los bonos de carbono y el comercio de derechos de emisión-, para introducir propuestas efectivas basadas en el sentido común; ideas que no tengan tanto que ver con crear nuevos y complejos mercados para la contaminación y sí con mantener el carbón y el petróleo bajo tierra.
Entre las propuestas más inteligentes y prometedoras -aparte de controversiales- está la "deuda climática", una idea según la cual los países ricos deberían pagar compensaciones a los países pobres por la crisis ambiental. En el mundo del activismo contra el cambio climático, esto marca un viraje drástico tanto en tono como en contenido. Los ambientalistas norteamericanos tienden a tratar el calentamiento global como una fuerza que trasciende las diferencias: todos compartimos este frágil planeta azul, así que todos tenemos que trabajar juntos para salvarlo. Pero la coalición de gobiernos latinoamericanos y africanos que defienden la deuda climática, sin embargo, subraya las diferencias y hace foco en el cruel contraste que existe entre aquellos que causaron la crisis climática (el mundo desarrollado) y aquellos que están sufriendo sus peores consecuencias (el mundo en vías de desarrollo). Justin Lin, economista en jefe del Banco Mundial, plantea la ecuación de manera rotunda: "Un 75 a 85 por ciento" de los daños causados por el cambio climático "lo sufrirán los países en vías de desarrollo, aunque ellos sólo aportan cerca de un tercio de los gases causantes del efecto invernadero".
La deuda climática gira en torno de a quién le toca pagar la cuenta. Los movimientos de base que apoyan la propuesta sostienen que todos los costos de adaptarse a una ecología más hostil -desde construir diques de mar más fuertes hasta cambiar a tecnologías más limpias y caras- son responsabilidad de los países que generaron la crisis. "Lo que necesitamos no es algo por lo que tenemos que andar rogando sino algo que se nos debe, porque estamos lidiando con una crisis que no provocamos", dice Lidy Nacpil, una de las coordinadoras del Jubilee South, una organización internacional que ha emprendido marchas para promover compensaciones por el clima. "La deuda climática no es un asunto de caridad."
Sharon Looremeta, defensora de la tribu Maasai de Kenya -cuya gente en los últimos años perdió al menos 5 millones de cabezas de ganado por la sequía- lo plantea en términos aun más tajantes. "La comunidad Maasai no maneja 4x4 ni se va de vacaciones en avión", dice. "Nosotros no causamos el cambio climático, y sin embargo somos los que lo sufrimos. Esto es una injusticia y debería terminarse ya."
El argumento a favor de la deuda climática se inicia igual que la mayoría de las discusiones acerca del cambio climático: con ciencia. Antes de la Revolución Industrial, la densidad del dióxido de carbono en la atmósfera -la causa clave del calentamiento global- era de unas 280 partes por millón. Hoy, llegó a 387 ppm -superando por mucho los límites seguros-y sigue en aumento. Los países desarrollados, que representan menos del 20 por ciento de la población mundial, han emitido casi el 75 por ciento de todos los gases causantes del efecto invernadero que hoy desestabiliza el clima (Estados Unidos, que comprende apenas un 5 por ciento de la población mundial, contribuye por sí solo con el 25 por ciento del total de emisiones de carbono). Y el razonamiento indica que aunque países en vías de desarrollo como China e India también han comenzado a emitir grandes cantidades de dióxido de carbono, no son igualmente responsables del costo de la limpieza, porque han contribuido con apenas una pequeña parte de los doscientos años de contaminación acumulada que provocaron la crisis.
En América latina, los economistas de izquierda vienen argumentando desde hace rato que los poderes de Occidente tienen una "deuda ecológica" -vagamente definida- con el continente, por los siglos de usurpación colonial y extracción de recursos naturales. Pero el argumento que crece a favor de la deuda climática es mucho más concreto, gracias a un corpus relativamente nuevo de investigaciones que ponen números precisos acerca de quién emitió qué y cuándo. "Lo emocionante de esto", dice Antonio Hill, asesor climático en jefe de Oxfam, "es que realmente podés ponerlo en cifras. Podemos medirlo en toneladas de CO2 y calcular un costo".
Igualmente importante es que esta idea es apoyada por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, ratificada por 192 países, incluyendo Estados Unidos. La Convención Marco no sólo afirma que "la mayor parte de las históricas y actuales emisiones de gases causantes del efecto invernadero se ha originado en los países desarrollados", sino que explicita claramente que cualquier acción emprendida para arreglar el problema debe ser "tomada con la equidad y en acuerdo con responsabilidades comunes aunque diferenciadas".
El movimiento a favor de las compensaciones ha reunido a una diversa coalición de grandes organizaciones internacionales, desde Friends of the Earth hasta el World Council of Churches, que se han asociado a científicos especialistas en clima y economistas políticos, muchos de ellos asociados a la influyente Third World Network, que ha estado liderando la convocatoria. Hasta hace poco, sin embargo, no había ningún gobierno presionando para que la deuda climática fuera incluida en el acuerdo de Copenhague. Eso cambió en junio, cuando Angélica Navarro, la principal negociadora en temas climáticos de Bolivia, subió al estrado durante una cumbre climática de la ONU en Bonn, Alemania. Con sólo 36 años, vestida informalmente con un suéter negro, Navarro se parecía más a los hippies que estaban afuera que a los burócratas y funcionaros públicos sentados adentro en la sesión. Integrando los últimos datos científicos sobre emisiones con relatos de cómo el derretimiento de los glaciares ponía en peligro el suministro de agua de dos grandes ciudades de Bolivia, Navarro desarrolló el argumento de por qué los a los países en vías de desarrollo se les deben enormes compensaciones por la crisis climática.
"Millones de personas -en islas pequeñas, en los países más subdesarrollados, en aquellos que no tienen salida al mar, en comunidades vulnerables de Brasil, India y China, y en el resto del mundo- están sufriendo los efectos de un problema al que no contribuyeron", le dijo Navarro a una sala llena. Además de tener que enfrentar un clima cada vez más hostil, agregó, hay países como Bolivia que no pueden alimentar su crecimiento económico con energía barata y contaminante como hicieron los países ricos, ya que eso sólo empeoraría la crisis climática, y -al mismo tiempo- no pueden afrontar los costos anticipados de cambiar a energías renovables como la eólica y la solar.
La solución, dijo Navarro, es triple. Los países ricos deben pagar los costos de adaptarse a un clima cambiante, recortar severamente sus propios niveles de emisión "para que el espacio atmosférico esté disponible" para el mundo subdesarrollado, y pagarles a los países del Tercer Mundo para que salteen los combustibles fósiles y vayan directamente a alternativas más limpias. "No podemos ni aceptaremos resignar nuestro legítimo reclamo de una porción justa del espacio atmosférico bajo la promesa de que en algún futuro la tecnología nos será provista", dijo.
El discurso electrizó a los activistas de todo el mundo. En los últimos meses, los gobiernos de Sri Lanka, Venezuela, Paraguay y Malasia han apoyado el concepto de deuda climática. Más de 240 organizaciones vinculadas a la ecología y el desarrollo han firmado una declaración pidiendo a las naciones ricas que paguen su deuda climática, y 49 de los países menos desarrollados llevarán la demanda a Copenhague para negociarla en bloque.
"Si vamos a frenar las emisiones durante la próxima década, necesitamos una movilización masiva más grande que cualquier otra en la historia", declaró Navarro al final de su discurso. "Necesitamos un Plan Marshall para la Tierra. Este plan debe movilizar financiamiento y transferencias tecnológicas a una escala nunca vista antes. Tiene que llevar la tecnología a todos los países para asegurar que reduzcamos las emisiones al mismo tiempo que elevamos el nivel de vida de la gente. Sólo tenemos una década."
Una década muy cara. El Banco Mundial calcula que el costo que los países desarrollados deben pagar por el cambio climático -incluyendo desde cosechas arruinadas por la sequía y las inundaciones hasta la expansión de la malaria por aguas infestadas de mosquitos- llega hasta los 100 mil millones de dólares al año. Y cambiar a energías renovables, según un equipo de investigadores de las Naciones Unidas, aumentará aun más el costo: hasta 600 mil millones de dólares al año durante la próxima década.
Sin embargo, a diferencia de los últimos salvatajes financieros a bancos -que simplemente transfirieron la riqueza pública a las más ricas instituciones financieras-, el dinero gastado en la deuda climática alimentaría una transformación ambiental global que es esencial para salvar todo el planeta. El ejemplo más alentador de lo que podría lograrse es la acción para proteger el Parque Nacional Yasuní en Ecuador. Esta extraordinaria franja de selva amazónica, que es el hogar de varias tribus indígenas y una cantidad surrealista de animales exóticos, contiene en una hectárea casi tantas especies de árboles como existen en toda América del Norte. La trampa es que bajo ese desmadre de vida descansan unos 850 millones de barriles de crudo, con un valor de casi siete mil millones de dólares. Quemar ese petróleo -y desforestar la selva para extraerlo- le agregaría otras 547 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
Hace dos años, el presidente de centroizquierda de Ecuador, Rafael Correa, dijo algo muy extraño viniendo del líder de un país que exporta petróleo: quería dejar el petróleo en el suelo. Pero, dijo, los países ricos deberían pagarle a Ecuador -donde la mitad de la población es pobre- para que no lance ese carbono a la atmósfera, como "compensación por los daños causados por la desproporcionada cantidad de emisiones históricas y actuales de gases que provocan el efecto invernadero". No pidió la cifra entera; sólo la mitad. Y se comprometió a gastar la mayor parte del dinero en que Ecuador se mueva hacia fuentes alternativas de energía, como la solar o la geotérmica.
El plan ha generado un extendido apoyo internacional, en gran parte gracias a la belleza del Yasuní. Alemania ya ofreció 70 millones de dólares al año durante trece años, y otros gobiernos europeos han expresado su interés en participar. Si el Yasuní es salvado, eso demostrará que la deuda climática no es sólo una treta disfrazada para conseguir más ayuda financiera; es una solución a la crisis climática mucho más creíble que las que tenemos hoy. "Esta iniciativa tiene que tener éxito", dice Atossa Soltani, directora ejecutiva de Amazon Watch. "Creo que podemos establecer un modelo a seguir para los demás países."
Los activistas apuntan a un enorme rango de otras iniciativas verdes que serían posibles si los países ricos pagaran sus deudas climáticas. En India, minicentrales energéticas que funcionan con biomasa y luz solar podrían proveer de electricidad baja en carbono a muchos de los 400 millones de indios que hoy viven sin una sola lamparita eléctrica. Desde El Cairo hasta Manila, en las ciudades se podría dar apoyo económico a los ejércitos de "recolectores de basura" empobrecidos que evitan que hasta un 80 por ciento de los desechos municipales de algunas áreas termine en basureros e incineradoras que liberan contaminantes que contribuyen al calentamiento global. Y a una escala mucho más grande, las centrales eléctricas que funcionan con carbón en todo el mundo subdesarrollado podrían ser transformadas en instalaciones más eficientes usando tecnología existente, recortando sus emisiones en más de un tercio.
Pero para asegurarse de que las compensaciones climáticas sean reales, insisten los defensores, éstas deben ser independientes del actual sistema de ayuda económica internacional. El dinero del clima no puede ser derivado de los programas de ayuda existentes, como la educación primaria o la prevención del VIH. Aun más: los fondos deben ser otorgados como subsidios y no préstamos, ya que lo último que necesitan los países en vías de desarrollo es más deuda. Y más todavía: el dinero no tendría que ser administrado por los sospechosos de siempre, como el Banco Mundial y USAID, que demasiado a menudo impulsan experimentos basados en agendas occidentales, sino que debe ser controlado por la convención climática de las Naciones Unidas, donde los países en vías de desarrollo tendrían poder de decisión con respecto a cómo se gasta el dinero.
Sin ese tipo de garantías, las compensaciones no tendrían sentido; y sin compensaciones, los debates sobre el clima en Copenhague seguramente colapsarán. Tal como están las cosas, Estados Unidos y otros países occidentales están metidos en un juego de a-ver-quién-cede imposible de ganar contra países en vías de desarrollo como India o China: nosotros nos negamos a bajar nuestras emisiones a menos que ellos bajen las suyas y se sometan a un monitoreo internacional; y ellos se niegan a ceder a menos que los países ricos recorten primero y entreguen un financiamiento importante para ayudarlos a adaptarse al cambio climático y pasarse a energía limpia. "Sin plata, no hay arreglo"; ése es el modo en que lo expresa uno de los principales funcionarios ambientales de Sudáfrica. "Si es necesario", dice el primer ministro de Etiopía Meles Zenawi, que representa a la Unión Africana, "estamos preparados para retirarnos".
En el pasado, el presidente Obama ha reconocido el principio sobre el cual se basa la deuda climática. "Sí, los países desarrollados que han provocado mucho del daño a nuestro clima en el último siglo siguen teniendo una responsabilidad de liderar", reconoció en su discurso de septiembre en las Naciones Unidas. "Tenemos la responsabilidad de proveer la asistencia financiera y técnica necesaria para ayudar a estos países [en vías de desarrollo] a que se adapten a los impactos del cambio climático y se pongan como objetivo el desarrollo bajo en carbono."
Sin embargo, con Copenhague ya en funcionamiento, la posición de Estados Unidos en la negociación parece ser simular que los doscientos años de exceso de emisiones nunca sucedieron. Todd Stern, el negociador en jefe para temas climáticos de Estados Unidos, se mofó de una propuesta china y africana que impulsaba a los países desarrollados a pagar hasta 400 mil millones de dólares al año en financiamiento climático, calificándola de "increíblemente irrealista". Sin embargo, no puso ninguna cifra alternativa sobre la mesa (a diferencia de la Unión Europea, que ofreció aportar hasta 22 mil millones). Los negociadores estadounidenses incluso han sugerido que los países desarrollados podían pagar la deuda climática haciendo convocatorias periódicas para recibir donaciones, dejando muy claro así que para ellos cubrir los costos del cambio climático es un asunto de capricho, no de deber.
Pero rechazar el alto precio que conlleva el cambio climático tiene su propio costo. Las agencias de inteligencia y militares de Estados Unidos hoy consideran el calentamiento global como una de las principales amenazas a la seguridad nacional. Ante la crecida del nivel de los mares y la expansión de la sequía, la competencia por comida y agua no hará otra cosa que aumentar en muchos de los países más pobres del mundo. Estas regiones se convertirán en "tierra fértil para la inestabilidad, las insurgencias, los caudillos de la guerra", según un estudio de 2007 del Center for Naval Analyses dirigido por el general Anthony Zinni, ex comandante de Centcom. Un informe elaborado por el Pentágono en 2003 predijo que los Estados Unidos y otros países ricos seguramente decidan "construir fortalezas defensivas alrededor de sus países" con el fin de mantener afuera a los emigrados por cuestiones climáticas, que huyen del hambre y el conflicto.
Dejando de lado la cuestión moral acerca de construir fortalezas high-tech para protegernos de una crisis que nosotros infringimos al mundo, esos enclaves y guerras por los recursos no saldrán nada baratos. Y a menos que paguemos nuestra deuda climática, y que lo hagamos rápido, tranquilamente podemos encontrarnos un día viviendo en un mundo de furia climática. "En privado, ya estamos escuchando el creciente resentimiento de los diplomáticos de países que tienen que soportar los costos de nuestras emisiones", señaló hace poco el senador John Kerry. "Puedo contarlo por experiencia propia: es real, y es moneda corriente. Es fácil ver cómo esto puede cristalizarse y volverse un sentimiento antiestadounidense público, virulento y peligroso. Eso también es una amenaza. Recuerden: los lugares menos responsables por el cambio climático -y que están menos preparados para lidiar con sus impactos- van a estar entre los más afectados de todos."
Eso, en resumen, es el argumento a favor de la deuda climática. El mundo subdesarrollado siempre tuvo muchas razones para estar enojado con sus vecinos del Norte, dada nuestra tendencia a derrocar sus gobiernos, invadir sus países y saquear sus recursos naturales. Pero nunca antes hubo un asunto tan políticamente explosivo como el rechazo de la gente que vive en el norte rico a hacer el más mínimo sacrificio para evitar una potencial catástrofe climática. En Bangladesh, las Maldivas, Bolivia, el Artico, nuestra contaminación climática es la responsable directa de la destrucción total de antiguas formas de vida. Y sin embargo seguimos haciéndolo.
Vista desde afuera de nuestras fronteras, la crisis climática no se parece en nada a los meteoritos o los invasores espaciales que Todd Stern imaginó volando hacia la Tierra. Luce, en cambio, como una larga y silenciosa guerra librada por los ricos contra los pobres. Y por eso, por fuera de qué suceda en Copenhague, los pobres seguirán demandando sus legítimas compensaciones. "Esto se trata de que el mundo rico se haga responsable del daño que causó", dice Ilana Solomon, analista política de ActionAid USA, uno de los grupos que recientemente abrazaron la causa. "Este dinero les pertenece a las comunidades pobres afectadas por el cambio climático. Y ésa es su compensación.".

Por Naomi Klein
 
cuántas toneladas han sido generadas por el hombre

Te vuelvo a formular la pregunta: suponiendo que en la atmósfera haya 100 millones de toneladas de CO2, ¿cuántas de estas toneladas han sido generadas por el hombre?

Pues si no recuerdo mal, un 0.01%. Creo que ésta era la cantidad.
No entiendo la pregunta.

Os lo apunto: antes de la Revolución Industrial, la densidad del dióxido de carbono en la atmósfera -factor muy importante del calentamiento global- era de unas 280 partes por millón, hoy, es de 387 ppm.

Juan
 
Un ejemplo, en mi opinión, a imitar:
Cuatro iniciativas verdes extendidas en Dinamarca que reflejan por qué el país se sitúa a la vanguardia en la lucha contra el cambio climático
1. Las casas ahorran 630 toneladas de CO2, es decir, lo que producen 400.000 litros de petróleo. Son inteligentes: el consumo máximo anual para calefacción y agua caliente es de 35 kilovatios por hora, tienen un mínimo de tres metros cuadrados de paneles solares, una pantalla de mando en la pared con la que se controla el consumo energético y que da consejos para ser más respetuoso con el medio ambiente, y un depósito subterráneo que recoge el agua de la lluvia, que se usa luego para el váter y el lavavajillas.
Las ventanas tienen tripe cristal aislante.
2.La paja puede hacer andar un coche. Esos grandes montones amarillentos de cualquier granja se han incorporado como materia prima a la producción de energía. La empresa Inbicon, inaugurada hace algo más de un mes en la ciudad danesa de Fredericia, saca biofuel a partir de la paja cuando ya se ha recogido el trigo y nada más puede ser aprovechado. Es el biofuel de segunda generación.
3. A dos ruedas aunque llueva
No es una cabalgata, ni un desfile, ni nada. Es la vida normal: cantidades ingentes de bicicletas que se amontonan en las aceras como en un complot contra el peatón. En la capital hay más bicis (560.000) que personas (519.000), y Gerdi, joven trabajadora en una empresa de telefonía, reconoce que puede chocar al visitante extranjero: "La ciudad no es muy grande, así que puedes ir de una punta a otra sin problemas. Es rápido, seguro y gratis".
Un 55% de la gente que vive en la capital toma la bici para ir al trabajo, según la Federación Danesa de Ciclismo (datos de 2008). Incluso los ministros acuden al Congreso sobre dos ruedas.
4. Excrementos para la calefacción
Los granjeros llevan a una planta de biogáslos excrementos de sus animales y, mediante un proceso de pasteurización, se separa el metano del resto, que se convertirá en fertilizante. El metano se almacena y se traslada por gasoductos a una planta de cogeneración. Desde ahí, donde el calor es insoportable, la caldera es enorme y las tuberías parecen intestinos de gigante, se suministra electricidad y calor a unos 500 consumidores. Cuanto más cercanas estén a las poblaciones, menos pérdidas habrá y más aumentará la eficacia del biogás.
Un país contra los calores · ELPAÍS.com
Juan
 
Viene bien que subas el post Gigante...

Me gustaría que leyeseis en órden, lo que sigue (que es curioso, a la par que gracioso):

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Bueno acabo de encontrar este tema y esta muy interesante, te agradezco todos los aportes que has hecho y las respuestas que has dado, realmente la mayoria fueron muy buenos.

Solo te hago una pregunta como esta esa afirmacion que hiciste sobre que el planeta se enfria y no se calienta?

Lei que dices que la temperatura esta disminuyendo y no incrementando como dicen, a eso te refieres?

Por cierto dices que debemos utilizar energias renovables, pero con que motivo?, claro esta que el petroleo en poco tiempo se acaba pero aparte de eso hay otra razon?
 
Última edición:
Yo añado mi granito a la pelea, pa que haya candela :

Cómo es posible que GreenPeace luche a muerte contra la nuclear, cuando va a ser la única energía con un nivel de producción lo suficientemente gigante para abastecer a la humanidad en el futuro e ir empezando a dejar ya de lado a los c. fósiles??? No es la pescaílla que se muerde la cola?
Aparte por el riesgo que entraña esa manipulación la energía nuclear es la más segura en esos términos.
Sin pasar por ella no existe forma de hacer desaparecer al petróleo, y ojo que esa es otra, que dejemos de usarlo algún día, no quiere decir que no sigamos echando mano de la industria petroquímica, y si echad un vistazo a vuestro alrededor o a cualquier sitio donde viva cualquier ser humano y preguntaos si hay algo que no esté fabricado con plásticos o derivados. Es imposible.
 
A mí lo que no me parece sensato es que se diga "Ya hubo 5 problemas de éstos antes de que el hombre caminara..." sin haberse visto.
Creo yo que es más creible decir que algo está pasando que que algo haya pasado sin haberse visto. Sin, es un poco empirista...


De todas formas, esto de las emisiones de C02 (no solo de los vehículos con motor) no está bien. Ya veremos que pasa con lo de Chernobyl ;)
 
Última edición:
Aquí se ha llegado a decir que los árboles incrementan el CO2, contestaré que la composición media del madera se compone de un 50% de carbono (C), un 42% de oxígeno (O), un 6% de hidrógeno (H) y el 2% de resto de nitrógeno (N) y otros elementos, es decir, que la existencia de muchísimos árboles supone atrapar CO2.

Otro problema que se añade en este asunto es que cada año se produce una deforestación por tala o quemado, de millones de hectáreas, lo que suelta CO2, y también contribuye, además, al llamado Cambio climático, con otros factores, por ej. mediante la disminución relativa de la humedad a niveles no sólo locales sino también regionales y mundiales.
Juan
 
Respuesta energia nuclear

Jopin, yo también le atizo para que haya candela, educadamente, por supuesto:

La energía nucleoeléctrica representa una enorme amenaza para la salud humana y los ecosistemas. Sus riesgos e impactos se extienden desde la minería de uranio, la fabricación de los combustibles nucleares, la propia operación de las plantas atómicas y la incesante generación de residuos altamente radiactivos que duran miles de años_latigo2_.

La radiación liberada en el medioambiente ha contaminado suelos, aire, ríos y océanos, los que por consiguiente provocan cáncer y otras enfermedades a las personas.

El proceso de generación de electricidad en reactores nucleares produce sustancias que pueden ser utilizadas en la fabricación de armas nucleares. Se requiere de un alto nivel de seguridad y de confidencialidad - incluso en países democráticos – debido a los peligros asociados a la manipulación de sustancias nucleares utilizables en armas.

Además, la energía nuclear nunca ha sido tan económica, a pesar de los cuantiosos subsidios que el estado le ha destinado durante décadas, y no se computan realmente todos los gastos como los del mantenimiento durante los miles de años que duran los residuos, en seguridad... Incluso en la actualidad se destinan muchos fondos a esta área a expensas de recursos renovables como la energía solar y eólica _paz_.

Finalmente apuntaré que el uso del uranio para la energía nuclear sólo durará unos 70 años, habiendo dejado la tierra hecha unos “zorros”_cagando_.

Juan
 
De lo que me he enterado gracias a este post, es que ElPaís es un paper científico...

Fíjese usted... ¡HOYGAN!

Si te hubieras tomado la molestia de leerte el tema entero, hubieras encontrado respuesta a eso que comentas, pero yo te lo repito:

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