aLa importancia del pH en los alimentos y su influencia en la sangre

aLa importancia del pH en los alimentos y su influencia en la sangre

El pH es utilizado para medir el grado de alcalinidad (basicidad) o acidez de una sustancia, producto o elemento. El pH indica el porcentaje de iones de hidrógeno. La escala va de 0 à 14, para darnos una mejor idea veamos el pH del agua pura, es de 7, es neutral.  Los valores abajo de 7 son ácidos y  los valores arriba de 7 son alcalinos. Nuestro cuerpo tiene que mantener un equilibrio entre la alcalinidad y acidez de cada uno de sus órganos, partes y elementos.



El correcto valor pH



El correcto valor pH de cada uno de ellos varía y está determinado por su función. El pH de la orina, la saliva y la sangre son un índice para saber si una persona está sana. Por ejemplo, para conocer si nuestro organismo está hiperácido se hace la prueba de la orina para concocer su valor pH. El pH de la sangre es de 7,4, por lo tanto es alcalina y debe de ser constantemente alcalina, entre 7,3 y 7,4. Si el pH de la sangre llegase a 7,8 ó 7,1 moriríamos.



El cuerpo requiere de minerales alcalinos



Todas las reacciones químicas del cuerpo necesitan, entre otros factores, de un determinado equilibrio entre alcalinidad y acidez para que el cuerpo funcione correctamente. Un desequilibrio en los niveles de ambas puede ser la causa de muchas enfermedades. Nosotros podemos contribuir  en gran parte a mantener ese equilibrio.  El cuerpo requiere de minerales alcalinos para poder bajar los ácidos ya que la alcalinidad neutraliza la acidez. Nuestro cuerpo no puede producir estos minerales alcalinos pero se los podemos proporcionar en gran parte a través de la alimentación.



Las bebidas



En el caso de estar sediento hay una gran diferencia entre tomar agua y tomar cualquier otro líquido. Al cuerpo no lo podemos engañar, él  sabe diferenciar perfectamente entre agua y cualquier otra bebida ya sea jugo de naranja, té, café, etc. El agua se va directamente al torrente sanguíneo mientras que todos los demás líquidos son tratados como alimentos sólidos que tendrán que pasar por el aparato digestivo para poder ser digeridos.



Tomar bebidas carbonatadas



Tomar bebidas carbonatadas (aunque sean de dieta) o álcohol es uno de los peores errores que se pueden cometer si estamos sedientos. Estas bebidas son para disfrutarse de vez en cuando en una fiesta, con amigos, pero no deben de formar parte de nuestra dieta diaria ya  que son ácidas y afectan nuestra salud, por ejemplo, impiden la asimilación del calcio, dañan por lo tanto los huesos, agreden el esmalte dental, pueden ser la causa de problemas renales, además de que las bebidas carbonatadas por su alto contenido de azúcar están relacionadas con la obesidad, pueden volverse un vicio, etc. La lista es interminable.



Un estado de alarma



Pero de todos los daños que provocan las bebidas carbonatada, del que menos se habla es de su efecto en la sangre.  El ingerir bebidas gaseosas (valor pH promedio 2,4) o álcohol (valor pH promedio 6) para saciar la sed provoca realmete más deshidratación. El cuerpo entra en un estado de alarma ya que tiene que mantener el pH normal de la sangre  para que ésta pueda transportar el óxigeno a los aprox. 75 billones de células del cuerpo.



Impedir la proliferación de organismos



 Ese picor agradable al paladar que experimentamos cuando tomamos bebidas gaseosas, es debido a dos ácidos, uno de ellos es el fosfórico, que se utiliza en parte para mantener  el azúcar en suspensión. Este ácido no permite la correcta absorción del calcio. El otro es el ácido carbónico, un ácido en sí débil, que se origina al entrar en contacto el dióxido de carbono con el agua. Otro ácido que encontramos en las bebidas industrializadas es el cítrico, que se encarga de mantener los niveles de pH bajos para impedir la proliferación de organismos, es uno de los ácidos más fuertes.  



Resultado: Una deshidratación



 Una de las primeras reacciones del cuerpo, para poder disminuir los niveles de ácido en la sangre, es orinar. Un ligero aumento de ácido carbónico en la sangre  provoca que su pH baje,lo que significa que falta oxígeno, la persona empezará a bostezar. El excedente de este ácido es desechado en gran parte a través de los pulmones. La respiración acelerada puede ser  un signo de una hiperacidez. Por un lado el óxigeno en la sangre está bajando ya que los ácidos repelen el óxigeno y por el otro se requiere de agua para orinar. El resultado es una deshidratación mayor ya que el cuerpo tiene que utilizar parte de su agua.



 En el caso del ácohol, éste es absorbido rápidamente en el aparto digestivo, especialmente en los primeros tramos del intestino. Pero si hay alimentos más bien sólidos la absorción será más lenta , es por esto que se aconseja acompañar las bebidas alcohólicas con alimento sólido. Las bebidas alcohólicas están hechas de etanol que es un compuesto químico. Conforme el proceso de fermentación avanza la bebida alcohólica tiende a acidificarse. El pH está determinado en parte por la presencia de un ácido llamado fosfato, el beber una bebida alcohólica altera los niveles de fosfato y baja la acidez de la sangre, lo que significa que el pH aumenta, provocando que los riñones eliminen más agua en un intento supremo del cuerpo para mantener los niveles de Ph en equilibrio ya que los niveles de fosfato aumentan en la sangre.



Metabolismo y por lo tanto en nuestro peso



El nivel pH influye también en nuestro metabolismo y por lo tanto en nuestro peso. La mayoría de la población mundial  sufre de acidosis sobre todo en los países desarrollados  y actualmente ya hasta  en los países tercermundistas debido a los hábitos alimenticios “modernos”. Aunque hay que señalar que la acidocis también se debe a otros factores que la propician como son el estrés, problemas psíquicos, falta de actividad corporal, entre otras. Una alimentación rica en productos alcalinos es ideal para neutralizar los ácidos que constantemente también se están produciendo en el cuerpo. Por cierto el estómago es el único órgano que produce ácidez y alcalinidad.



Entre los alimentos ácidos encontramos :



la carne de res, de cerdo, el pato, ganso, la trucha, salmón, sardina, el chocolate, el helado, la miel, el huevo, los quesos, el joguhrt, el pan, sobre todo el blanco, los conrflakes, el arroz, verduras y frutas enlatadas, todas las bebidas con excepción del agua sin gas y la infusión de hierbas que son neutras.



Alimentos alcalinos:



Casi todas las verduras  y frutas frescas, las hierbas de olor, la nata, la leche fresca, suero de mantequilla, la pasta, algunos panes integrales, etc.



La acidosis se puede combatir tomando agua y eliminando todas las bebidas industrializadas de la dieta diara. El agua oxigena el cuerpo, regula la temperatura corporal, elimina las toxinas, ayuda a subir el metabolismo y por lo tanto hasta nos ayuda a adelgazar. En cuestión de vida y salud uno de los mejores medicamento es el agua pura.

 

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