Mi perro se está muriendo
Cuando venga mi chavala con el coche le llevaré a que le pongan la inyección.
Ahora mismo no tiene ni fuerzas para andar.
Llevo 7 años con él.
Mi ex era una loca de los perros y a mí siempre me han gustado, pero con la vida viajera que he llevado muchos años ni me planteaba coger uno.
Era abandonado. Lo cogí de un sitio muy siniestro.
Una señora que había sido criadora de perros se dedicaba a recoger cuantos perros abandonados veía. Tenía una finca que habría estado bien para 20-30 perros, pero había llegado a recoger 200 o más.
Era espantoso verlos. Había perros muertos y los vivos se los comían. Todos estaban llenos de enfermedades.
Fuimos un día y era entrar y te rodeaban como 100 perros buscando algo de cariño.
Había uno negro, mediano, que no paraba de saltarme encima. Tenía un bulto como un melón pequeño en los huevos, lleno de heridas y mierda por todos lados.
Se llamaba Yaki. Se había escapado un par de veces saltando la valla pero volvía porque los chavales de la zona le corrían a pedradas. De ahí las heridas.
El bulto era una herida sin curar que se había hecho al rajarse con el alambre de espino. Llena de garrapatas, pus y moscas.
Una de las chicas que estaba intentando sacar a perros de ese infierno lo sacó para llevarlo al veterinario. Una vez lavado y curado parecía otra cosa.
Nos lo dejó un fin de semana mienras esperaba a que alguien lo adoptara y al final, nos dió tanta pena, que nos lo quedamos.
Tenía leishmaniosis y unos papilomas de un palmo en la polla. Todas las perras de ese sitio tenían enfermedades venéreas.
Pero con un buen tratamiento y quimioterapia, en un mes parecía un perro completamente diferente. Un pastor alemán, cosa que en mi vida habría dicho al verlo al principio, flaco, abatido, con las orejas gachas.
He tenido 4 perros pero este ha sido el mejor con diferencia. Inteligentísimo, obediente, cariñoso, mimoso, activo y fuerte y juguetón.
El único defecto que tenía era la manía de atacar a todos los machos cuando iba conmigo. De hecho, me metió en un par de líos serios.
En julio lo dejé con unos amigos que tienen una residencia y, a la vuelta, le ví muy enflaquecido. Pensé que era una crisis de la leishmaniosis. Le llevé al veterinario, pero estaba estable de la enfermedad. Pensé que era la edad y el calor, que siempre le abatía un poco.
A los dos días de llevarle al veterinario tuvo 2 hemorragias nasales muy fuertes, algo propio de su enfermedad. Le tuve que ingresar.
Se supone que era una crisis de su enfermedad y que con un tratamiento de choque como nuevo.
Me fuí de vacaciones y al recogerle el jueves de la semana pasada le ví todavía peor. Con problemas para comer.
El viernes le llevé a mi veterinario de siempre, que había estado de vacaciones, y en 2 minutos le palpó y me dijo que tenía una masa, como de un tumor.
Le hice una ecografía ese mismo día y me lo conformaron. Cáncer de bazo con metástasis en el hígado.
3 putos veterinarios le vieron antes, le llenaron de pinchazos, pruebas, análisis, pastillas de todo tipo, me soplaron casi 400 € y ninguno tuvo cojones de adivinar que le pasaba.
Quería haberle sacrificado el miércoles pero no va a poder ser.
El sábado todavía comió carne y chorizos frescos. Me engañé pensando que igual no estaba tan mal. Pasamos el día en el campo, con mis padres, y luego fuimos a ver a mi suegra. Le tenía muchísimo cariño.
Ayer ya casi ni quería comer.
Hoy ya no podía casi ni andar. Le he sacado y le he tumbado en la hierba fresca, a la sombra de un árbol, como hago en verano después de jugar con él. Andaba como si hubiera envejecido 100 años en 3 días.
A las 5 le llevaré al veterinario a que le pongan la inyección. Si no se me muere antes.
A ver si acabo con esto porque hoy no tengo ganas de nada.