Luca, te dije que no iba a decir nada más al respecto pero lo voy a hacer. Porque he seguido leyendo cosas y quiero hacerlo. No por mí sino por tí, porque te aprecio y porque espero que te sirva de algo lo que voy a escribir.
Igual te importa un huevo, pero bueno. Precisamente porque igual que no admites críticas de aquellos que no han experimentado en sus carnes los mismos entrenamientos que tu, deberías admitir los comentarios de aquellos que simplemente por tener bastante más edad que tu, ya hemos pasado por bastantes situaciones como estas, y de las que hemos ido aprendiendo cosas.
Quiero antes de nada que recuerdes cómo empezaste el día de hoy. Yo mismo te avisé de que ibas a acabar a trompazos con Albertín porque se os notaba calientes.
Yo con Fernando (BR) me llevo genial, y ésto solo ha sido una tontería por una discrepancia... No quiere decir nada más.. Es más por mi parte está olvidado, dije lo que tenía que decir y punto.
pero ya te digo que ese comentario concretamente no me pareció que fuera dirigido a modo de broma, de ahí que me molestara.
Y no me cayo, porque no va en mi, soy así. Tengo un pronto muy chungo, y siempre digo lo que pienso.
Nada BR, lo habré interpretado mal...
Pero me tocó los huevos, para que mentirte, porque normalmente cuando llamamos a alguien Sensei lo hacemos en tono jocoso, a modo de burla...
Pero bueno, aclarado.
Por mi parte está todo solucionado._abrazo_
La historia que voy a escribir ahora no es mía ni mucho menos, es un corta y pega de i-net que a mí me contaron en su día en unas jornadas de formación sobre precisamente, cómo dirigir equipos de personas. Allá va:
Erase una vez un niño que siempre se peleaba.
Un día se lo contó a su padre y este le dio una caja de clavos, un martillo y una tabla de madera.
Le dijo el padre : " cada vez que te pelees con alguien, clava un clavo en esta madera".
El niño clavo un montón de clavos el primer día, el segundo día un poquito menos, y así, pasando el tiempo cada vez ponía menos clavos en la madera hasta que llegado un dia que no clavo ninguno. Entonces se fue corriendo a buscar su padre muy feliz, este le felicito y le dijo :
El padre : "ahora, cada vez que controles tu ira quita un clavo de la madera y ven a verme cuando los quites todos".
Asi hizo el niño, cada vez que se controlaba cuando hace tiempo se habría peleado con la persona que le provoco, quitaba un clavo, pasado un largo tiempo consiguió quitar todos los clavos. Entonces el niño se fue a decírselo al padre que le felicito y le cogió de la mano y le llevo a ver la tabla de madera.
El padre " hijo, has conseguido tras una buena intención, una gran fuerza de voluntad y mucho esfuerzo ganar a tu ego y dominarlo y todo gracias a ALLAH. Ahora bien hijo que ves en la tabla?"
El niño : "pues ningún clavo".
El padre : "si, pero que mas?"
El niño : "pues muchos agujeros".
El padre : "sabes que representan los agujeros? Son el daño que hiciste a todas las personas con las cuales te has peleado, aunque te disculpes (quitando el clavo)... ese daño sigue ahi y sera difícil de olvidar y de arreglar lo que un dia has estropeado, en especial en las relaciones entre las personas. Por eso hijo mio, evita siempre pelearte pase lo que pase, pq aunque exista la disculpa y el perdón de la gente muchas veces las cosas nunca vuelven a ser como antes y ese daño esta ahi quieras o no."
Y no me cayo, porque no va en mi, soy así. Tengo un pronto muy chungo, y siempre digo lo que pienso.
Pues mata la serpiente cuando se levante Luca, estamos para pasar un buen rato y nadie pretende insultar ni ofender. Y si tienes dudas sobre lo que una persona pretendía decir, olvídalo. Y si no puedes, antes de saltar, acláralo.
Un abrazo. _abrazo_