Otra duda importante que tengo yo es que hacer con los los alimentos como el pan o cosas así recientes mis abuelos los congelan durante unos días con miedo a comerlo reciente pero no sé si es suficiente.
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Mi especialidad no es neumología, pero en la carrera se estudian los Sars (familia de virus respiratorios a los que pertenece el corona virus).
Hasta donde yo se, los sars no se transmiten por ningún alimento.
Los expertos que están estudiando el virus, aseguran que la via de contagio principal son las vías respiratorias, por lo que la probabilidad de hacerlo a través de alimentos es extremadamente baja.
Ha día de hoy, no hay pruebas de que ningún virus respiratorio se haya transmitido a través de los alimentos en el pasado, aunque el coronavirus es nuevo y hay muchas cosas que no sabemos.
En el caso de frutas y verduras, mejor pelarlas, y en caso de no ser necesario lavarlas bien. Lo típico.
Aún se desconoce la cantidad de virus necesaria para producir la infección, aunque se cree que la carga vírica es la marca la diferencia, es decir , a mayor carga vírica más probabilidad de infección.
Todo comienza cuando el coronavirus entra en contacto con las mucosas de la nariz, de los ojos o de la boca, lugares pare entrar, como si fuera un caballo de Troya.
La infiltración microscópica ocurre gracias a que este virus ha desarrollado "llaves" específicas (proteínas) que le sirven para abrir las "cerraduras" de estas células humanas y tener vía libre para infiltrarse en ellas. Una de las llaves que utiliza, la proteína S, encaja muy bien con una cerradura, la proteína ACE2, que está presente en la superficie de una gran variedad de células del cuerpo humano.
Una vez que el coronavirus ha logrado entrar en las células, este se adueña de las maquinarias celulares para usarlas en su propio beneficio. Obliga a las propias células del cuerpo humano a fabricar millones y millones de copias del virus mediante la síntesis de su ARN (su material genético) y sus proteínas que se ensamblan para crear nuevos virus. Estos nuevos virus salen de las células, destruyéndolas, y se dirigen a las células vecinas para repetir el ciclo indefinidamente.
El coronavirus es capaz de expandirse y multiplicarse en las células del aparato respiratorio (también en otros tipos de células en menor medida, como las células intestinales), sin que nuestro cuerpo mande señales de alarma durante varios días. Es lo que llamamos el periodo de incubación, el tiempo que pasa desde que se produce el contagio hasta que se desarrollan los síntomas; la calma antes de la tormenta. Este periodo puede ir desde los 2 a los 14 días después de la infección, pero lo más frecuente es que las primeras manifestaciones clínicas ocurran a los 4-5 días. Algunas personas pueden no llegar a manifestar ningún síntoma evidente después de esta etapa, son los casos asintomáticos, los más peligrosos para el contagio, ya que el portador no lo sabe y puede contagiar a la familia.
Una vez expandido, pone en alerta al sistema inmunitario para detener su proliferación y atacar a las células infectadas. Es el comienzo de la fase clínica de la enfermedad, donde los síntomas y signos que padece una persona están provocados no solo por la acción del coronavirus, sino también por los sistemas de defensa del cuerpo humano contra este, a través de mecanismos como la inflamación, siendo los más típicos, la tos seca, la fiebre y la dificultad para respirar. Aunque puede haber otros.
Los síntomas como la fiebre o el dolor de cabeza no están provocados por el virus, sino por la respuesta inmunitaria del cuerpo humano para luchar contra éste.
Algo similar ocurre con la muerte, no es solo el coronavirus el que provoca el fallecimiento (a los parásitos no les suele interesar matar a sus hospedadores), sino que está también causado por una respuesta inmunitaria descontrolada (llamada "tormenta de citoquinas") que puede provocar fallo multiorgánico. Aunque aún no se sabe cómo, el coronavirus puede desencadenar una inflamación desproporcionada que causa más daño que beneficio en el paciente.
Cuando el virus llega a los pulmones y el sistema inmunitario responde se produce la neumonía viral, la principal pesadilla de los profesionales sanitarios en esta pandemia. Esta neumonía puede provocar desde una dificultad respiratoria ligera hasta una verdadera asfixia por la imposibilidad de los pulmones para llevar el oxígeno a la sangre. El virus interfiere en este proceso al dañar a las células de los pulmones y causar una gran inflamación que encharca estos órganos.
Los alveólos, donde el oxigeno pasa a la sangre están llenos de liquido inflamatorio y no es capaz de oxigenar pudiendo agotar a la persona, produciendo el fallo respiratorio, de ahí que en ese caso se necesite un respirador...siempre y cuando...los haya...si no...es causa probable de fallecer.