Me parece que el que no debe tener mucha idea eres tú.
Mourinho maneja vestuarios como si de sectas se trataran. O estás conmigo y mis bufonadas o estás contra mí. Como los niños en un patio de colegio.
En mi opinión no queda ninguna duda que lleva mucho tiempo intentando forzar su salida del club, de la manera menos elegante posible, que es dinamitándolo por dentro.
Eso, en un tío que cobra lo que cobra, que debería mantener una lealtad inquebrantable a la entidad que tanto le ha pagado y aguantado, me parece de juzgado de guardia.
No puedo entender que haya un club en el mundo que, observando lo que ha hecho este tío en el Madrid, contrate sus servicios. Desde luego, si yo fuera presidente de un equipo, no le llevaría ni de utillero. Es meter al enemigo en casa. Mientras todo vaya como a él le gusta, el tío contento. Eso no significará que su equipo gane. Basta con ver su paso por el Madrid en los dos primeros años. Tampoco es para echar cohetes precisamente, si hablamos de un equipo con ¡¡¡500 millones de euros!!! de presupuesto. Una Copa del Rey y una Liga. Wowwwwwww.
Y cuando se le tuerce el invento, en vez de vestirse por los pies y marcharse, prefiere forzar su salida llevándose por delante lo que haga falta, jugadores e institución incluidos, y así cobrar su indemnización. Como si fuera un mileurista y le fuera a faltar trabajo precisamente. Prefiere cargarse toda una temporada a hacer bien su trabajo y marcharse dignamente.
Si eso es un profesional, apaga y vámonos.
Que el melón éste se ha cascado una temporada EN BLANCO. Y eso, "teniendo los cojones "de poner en el campo a los que mejor están, según afirmas tú. En un equipo con, repito, más de 500 millones de euros de presupuesto.
ANDA YA.
Si basta con verte hablar para distinguir la calidad de tu forofismo:
Los jugadores son unos vendidos, el presidente un timador, la afición unos comepipas...
Sólo se salva Mourinho, según tú. Es una especie de semidiós, o un dios entero, vete tú a saber...
Lo tuyo es más propio de un extraño Síndrome de Estocolmo y producto de una escasa, si no nula, capacidad de crítica y discernimiento.
