Acabás de conocer a uno.
Me gustan las espaldas, las cinturas, panzas, hombros, manos, cuellos, pantorrillas, labios, ojos, orejas.
Enfocarse meramente en un culo o en un par de tetas es tan limitado como tener sexo sólo por el orgasmo. A veces se trata de ir un poco más allá del instinto, abrir un poco los ojos y ver la cantidad de detalles que hacen a la belleza de una mujer.
Que se le de importancia a la cola de la mujer, está bien, pero que sea lo más importante, no me convence.
Dejando de lado que cualquiera pueda decir que muchos hombres se fijan solamente en la cola de las mujeres (y que la mayoría me parecen unos calentones bárbaros), el equilibrio es el equilibrio y no se puede negar, así como decimos, Pepito Preplaya tiene un gran torso pero patas de gallo, decimos que Pepita la Culona tiene tremendo traste pero por su torso parece un triángulo, una flecha hacia arriba, un pino, etc. Ni el torso de Pepito, ni la cola de Pepita suplen el desequilibrio que padecen.
Sin importar que tanto signifique para cualquier hombre la cola de las mujeres en su belleza superficial general, la noción del equilibrio sigue estando y a mi personalmente, siempre me van a gustar los cuerpos más equilibrados.