Hay productos de casquería muy bajos en grasa, como los callos o, uno de mis favoritos, el corazón de ternera. También hay productos típicos que se consideran casquería, como las carrilleras de cerdo que son muy gelatinosos y muy bajos en grasa (menos del 6%). Y del cordero, los riñones son también muy bajos.
Otra cosa son los sesos o el hígado, con un gran contenido graso.
A mí me encanta la casquería y me gusta meter por lo menos un día a la semana en el menú. Son una grandísima fuente de vitaminas y minerales,... además de que están cojonudos.