Piel de naranja, lucha incansable

Piel de naranja, lucha incansable

¿Quieres ser tratado como un cliente de buena fe, inocente como una ovejita? Y¿ no como una cliente informada?, entonces dirígete a la farmacia o a la perfumería y expon tu problema de celulitis: “No me gusta esta textura, no tiene una crema o un gel que me pueda ayudar?” La posibilidad de que te quieran vender un producto maravilloso recién sacado al mercado es bastante alta, ya que se trata obviamente de un producto “ innovador” y “verdaderamente efectivo”. Basta seguir las instrucciones y, de una piel de naranja no quedará mas que una piel como de cáscara de manzana bien fresca – desgraciadamente son palabras al aire, nada prometedoras.
La expertos desconfían de las cremas y demás productos que se supone combaten los nudos con ácido de frutas y extractos de plantas. Los gels o pomadas no pueden penetrar en las capas más profundas de la piel lugar donde se forma la celulitis.
Se puede decir que la piel de naranja afecta a casi todas las mujeres. El tejido conjuntivo en la mujer no es más que una capa muy fina sobre los depositos de grasa, esta es la razón por la cual en la superficie de la piel se dejan ver como pequeños balaustres cuyos espacios entre ellos afectan negativamente la estética de la piel; el aspecto es exactamente como la cáscara de una naranja. En los hombres por el contrario, el tejido conjuntivo es mucho más robusto y es por eso que la piel no presenta normalmente celulitis, esto explica porque hasta hombres regordetes tienen una piel lisa, mientras que hasta las mujeres delgadas tienen celulitis en sus muslos y asentaderas.


Los remedios milagrosos sólo alimentan falsas esperanzas

Una revista del consumidor en Alemania prueba desde hace años prueba una y otra vez los remedios más prometedores contra la celulitis. El resultado de las pruebas es unánime: los productos recomendados no tienen ningún efectos contra este problema. Solamente afectan el monedero de las clientes.
¿Es que entonces no existe remedio contra los muslos gelatinosos? La respuesta es muy sencilla: ¡la celulitis sólo se puede minimizar! No se puede alterar la propensión natural hacia la celulitis, pero lo que sí se puede cambiar es el estilo de vida que favoriza la formación de las motas. Cuidar el peso, bajar por lo menos un par de kilos y llevar una vida físicamente activa, puede retardar la aparición de las motas. Evita las dietas radicales pues el “efecto yo-yo” no traerá ninguna solución – y el baja y sube de peso puede hasta empeorar el problema.
El deporte por el contrario puede tener resultados positivos. Entre más movimiento más masa muscular se forma. La circulación en las capas superficiales de la piel se activa y las células grasosas voluminosas, que son las responsables de la textura poco estética de la piel, disminuyen su tamaño. Los músculos, antes afectados por los nudos vistosos, una vez fortalecidos por el deporte se ven mucho más sanos y lisos.
Conclusión: la superación de nuestra flojera es el único remedio contra las horribles abolladuras en los muslos y los glúteos. Y no sólo el deporte es efectivo contra la celulitis, sino todo lo que favorece la circulación – por ejemplo duchas de agua fría. Los chorros de agua caliente y luego fría son más efectivos que las famosas cremas mágicas.

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