Espacio del entrenador personal Morris Lee – Parte 4

Espacio del entrenador personal Morris Lee – Parte 4

Todo resulta éxitoso en la vida si empieza bajo una condición decisiva: ¡tener voluntad!!!. Si no está presente, si no es sincera y no la tenemos al 100% , el fracaso ya está programado.  En varias entrevistas que llevo a cabo con mis clientes me percato de su posición: “haz algo tú para que yo esté en buena condición física”.



Claro, si mis clientes actúan según mis instrucciones y son consecuentes, es seguro, lograrán el peso deseado, mejorarán su condición física y se verán simplemente sensacional. Pero, y ésto es decisivo, así no se logran los propósito personales. Algo importante falta : la responsabilidad.



Cuando un cliente recurre a mí y espera de mí que YO lo adelgaze o mejore su condición física, lo que recibe de mí es un regaño directo y duro. Hay una cosa que nunca hago y  ni haré – yo no tomo la responsabilidad del cliente. Yo asumo con gusto mi responsabiliad , al 100 % sin reservas. Yo ofrezco una estrategia para alimentarse y entrenarse muy bien y una guía para lograr la meta. Doy todo lo posible para apoyar al cliente.



Pero hay una cosa que no puedo hacer: asumir su responsabilidad , sus deberes, es el cliente quien debe de estar dispuesto al 100%. Muchas personas tienen en mente el ideal que les presentan los medios de comunicación y el medio ambiente en donde se mueven. Ellos gastan energía para encajar en el concepto de belleza de la sociedad. Pero se olvidan de ellos mismos, no se ocupan en descubrir  su propio ideal, su propio concepto.



Una vez que el cliente conoce y define su propia meta, es aquí en donde empieza mi asesoramiento , es algo personal; la voluntad debe ser ferrea y es suya, la han ido alimentado hasta el grado de no poder más y recurrir a mí.  Por consiguiente ellos asumen la responsabilidad y se desprenden de su medio.



Os voy a contar un ejemplo que viví. Cuando yo empezé con mi entrenamiento, ví a un tipo en una banca tumbado levantando pesas con dos discos de peso respetable en cada lado. Inmediatamente pensé, el día que yo logre eso, seré el más fuerte y habré logrado todo lo que me he propuesto. Entrené hasta perder el aliento y logré en relativamente poco tiempo, alzar el mismo peso de aquel tipo 10 veces, exactamente como él.



Pero en vez de estar satisfecho y feliz, me puse a buscar a un tipo más duro y lo encontré, él tenía 2 de los discos más pesados en cada lado. No quiero alargar la historia, en pocas palabras me compliqué la vida. Yo pretendía mejorar mi rendimiento pero a cada vez que creía haber logrado mi objetivo me exigía todavía más si veía a alguien pudiendo alzar  más peso que yo.



Estaba yo ocupado intentando mejorar mi rendimiento una y otra vez cuando un buen amigo mío se me acercó y me preguntó: ”¿Morris, qué es lo que quieres en si lograr?” Yo le contesté que quería ser el más fuerte del gimnasio. Hoy en día le agradezco su respuesta que fue la siguiente: “Morris,  si tus metas dependen de otros, entonces no es tu meta, lo único que estás haciendo es intentar agradar a tu medio ambiente y te dejas llevar por lo que ves. Nunca vas a lograr tus propias metas, créemelo, pues siempre habrá uno mejor que tú.” Yo Morris te digo, escucha mis consejos, aprende de mis experiencias, acepta la ayuda de los especialistas y amigos y define tus propias metas.



 A partir de ahí mi fuerza de voluntad no tuvo límites, fue incondicional, me propuse ocuparme de mis propias metas y lo logré. Me sentía feliz e increíblemente orgulloso de mí. Algunos críticos me van a reprochar que con esta manera de pensar no se llega a ningún lado, no es posible sentirse satisfecho de si mismo si no se exige mucho de uno mismo y que así no se llega muy lejos.



A estos críticos solo les puedo responder que únicamente  se logran las metas orgullosa y felizmente  cuando se trabaja para alcanzar las propias, cuando se arma uno de una voluntad férrea, cuando uno se deja ayudar , cuando se acepta que la responsabilidad es de uno y de nadie más.  Si tu meta personal la has elegido libre e independiente de obligaciones o imposiciones de la sociedad conociendo tus límites, serás éxitoso y te sentirás feliz. Es exactamente lo que deseamos todos ser feliz.



Hasta la próxima semana, vuestro entrenador personal Morris Lee

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