¿En forma para la pista y para los grandes saltos?

¿En forma para la pista y para los grandes saltos?

La nieve ya ha cubierto los campos. Esquiar es un deporte para el cual hay que prepararse. Las nuevas versiones del esquí carving pueden provocar lesiones más rápidamente de lo que uno se imagina, sobre todo en personas con poca experiencia o que no están en condición física.



Mi equipo de esquiar está esperando su turno en el armario desde la primavera, cuando lo compré en las rebajas - nuevecito race-carver – Pero entre más se aproxima la fecha más tengo dudas sobre mi condición física: ¿podré con este deporte? Si bien es cierto que hago jogging dos veces a la semana y en el verano me entreno físicamente, no sé si eso sea suficiente. He leído en una revista sobre salud: “ ...debe comenzar con la gimnasia preparatoria antes del comienzo de la temporada de esquí...” también decía que hay que ser muy precavido con el carving skiing debido a que los saltos y volteretas muy pronto pueden provocar lesiones en las rodillas. Los doctores y expertos todavía no se han puesto de acuerdo si las lesiones en las rodillas han aumentado debido a la práctica del carving skiing.



Sea como sea, quiero ir a lo seguro y me he inscribo en un curso de gimnasia pre- esquí. Un poco insegura me dirijo a mi primer curso – me preocupa hacer el ridículo entre alpinistas y excursionistas – Cuando llego al gimnasio escolar me acuerdo de mi niñez, hace ya 25 años, cuando era una escolar; percibo el olor del típico gimnasio público debido al humor y al aire viciado de la calefacción. El gimnasio conserva esa fachada triste que no me invita exactamente a entrar y me hace pensar que la Asociación de Padres de Familia ya podrían haber organizado una colecta para renovarlo, si es que la escuela no tiene fondos.



A calentarse a paso de carrera



Empiezo a escuchar “Lady Madonna” y me integro en la fila de los participantes que empieza a moverse al ritmo de la música. Poco a poco nos vamos calentando: formamos círculos con los brazos, damos saltos, caminamos hacia atrás, nos ponemos en cuclillas y damos saltos, bien formados, uno detrás del otro. Al final de los ejercicios de calentamiento sigue el sprint en escapada. Me sorprendo de que aguanto el trote. Mi circulación se acelera.



Después de correr, nos conceden un momento de respiro, algunos beben y continuamos de pie. El entrenador nos explica ”en un curso pre-esquí se entrenan la resistencia, fuerza y movilidad. Esto implica mover todo el cuerpo aunque a algunas partes, como las piernas, se les dará más atención “ ¡Aha! empezamos con la cabeza, los hombros y seguimos poco a poco con la cadera y la pelvis hasta llegar a las rodillas. Después de unos ejercicios de equilibrio llega finalmente el ejercicio que tanto había esperado: la simulación de partida, en el cual uno se agacha, el tronco se dobla sobre los muslos y los codos se colocan delante de las rodillas. Como en otras ocaciones iniciamos el descenso con curvas y saltos – las muslos me queman, pero me aguanto y logro llegar a la meta imaginaria.



Un super consejo: ¡llevar tu propia colchoneta!



Para iniciar los ejercicios de piso cada quien va por su colchoneta. Pronto me doy cuenta que la mía tiene una manchas color rojo. ¿Habrá alguien sangrado por la nariz? Por un momento me reprimo por no haber traído mi propia colchoneta Iso. Por lo menos debí haber pensado en traer una toalla. Seguimos con los ejercicios, esta vez acostados de espaldas. Los ejercicios para la musculatura del abdomen y la espalda nunca me gustaron. Haciendo muecas me esfuerzo por mover las piernas hacia arriba y luego hacia abajo cuidando de no tocar el piso.



Yo seguramente habría desistido si no fuera porque algunos participantes que ejecutan los ejercicios a la perfección y como si tuvieran la energía necesaria para más horas. Escucho la indicación del instructor: “ ¡y no olviden respirar correctamente!”, inmediatamente me concentro en inhalar al relajar los músculos y espirar cuando se contraen. El tiempo parece haberse parado. Veo el reloj , todavía quedan 20 minutos, tiempo suficiente para más torturas. “Todavía tenemos tiempo para hacer flexiones” grita nuestro entrenador. “Quien quiera puede hacerlas de la manera más sencilla: ponerse de rodillas”.



Para no quedar en riduculo me decidí por hacer las flexiones como debe de ser. Pero claro después de 5, desisto y las hago de rodillas. El sufrimiento todavía no ha acabado, ¡no!, hay otra variante para las flexiones: con la espalda en el piso y la cara viendo hacia el techo! todavía 10 min. De repente la música cambia y se escucha música relajante. Gracias a Dios – eso significa que el fin está próximo. Todavía nos falta estirar el cuerpo. Siento alivio al estirarme y pienso en el caos en ese momento en mi casa, es hora de que los niños vayan a la cama. Hoy le toca a mi esposo llevarlos, tarea difícil pues nunca se quieren ir a dormir.



Una verdadera sensación de descanso sin hacer el ridículo



Regreso a casa muy orgullosa de mí: me doy cuenta de que mis pensamientos de tener miedo de hacer el ridículo no tenían fundamento. De haber sabido debí mejor tener miedo de la subida de las escalares al otro día. Los dolores musculares me recordaban mi actividad deportiva del miércoles. Pero hasta la siguiente semana ya se me habían pasado.



Ya han pasado 3 semanas desde que empezé con la gimnasia y puedo empezar a cosechar los frutos de mis esfuerzos. En la última simulación de carving skiing ya no me dolieron mis muslos, no cabe duda que¡tengo más fuerza en las piernas! No puedo esperar más el momento de estrenar mis esquies. Creo que he hecho mi parte para que mis vacaciones sean todo un éxito. Ahora le toca a la madre naturaleza hacer lo suyo pues lo único que ahora falta es la nieve. Sin ella la mejor sesión de gimnasia preparatoria no tiene sentido.

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