DHEA (dehidroepiandrosterona): también llamada la Hormona Madre (Mother Hormone), es un paso intermedio en el metabolismo de la testosterona y de los estrógenos. Ha cobrado notoriedad por sus posibles aplicaciones como preventiva del envejecimiento (antiaging) y por su acción de aumento del apetito sexual. Se le está prestando mucha atención por sus múltiples aplicaciones. Como síntesis de lo que se ha investigado sobre ella sabemos que
*
los niveles de DHEA son más altos entre los 20 y los 30 años y caen cerca de un 20% en cada década
*
es producida por los testículos, en la corteza de las suprarrenales y en los ovarios
*
está involucrada en la producción de estrógenos y testosterona
*
produciría un descenso del colesterol y de los triglicéridos
*
ayuda a prevenir un balance negativo del nitrógeno y la pérdida de masa muscular frecuentemente asociada con el proceso de envejecimiento
*
el funcionamiento renal estaría influenciado por su acción
*
restablece el balance (homeostasis) mineral con normalización del potasio, el magnesio y el calcio
*
previene la osteoporosis
*
estaría asociada con distintas funciones del organismo, incluyendo energía, libido, aumento de las defensas
*
podría ser de utilidad cuando el deseo sexual disminuye y en algunas impotencias
*
mayor tolerancia al estrés
*
algunos afirman que retarda el envejecimiento
*
se utiliza por vía oral o sublingual (ésta sería más efectiva) y en EE.UU. es un producto de venta libre
*
se la puede indicar en los varones (con controles prostáticos previos, en los mayores de 45 años) y en las mujeres (especialmente en menopáusicas ya que sabemos que hay un déficit de DHEA -como de los estrógenos- en esta etapa).
La DHEA, sustancia biológica que producimos varones y mujeres, pero que va mermando su tenor en sangre con el paso de los años, podría ser de utilidad en diversas condiciones médicas y también, usada con criterio y control, podría dar vida a los años contribuyendo a mejorar nuestra salud sexual.