Esto es parte de un articulo escrito por Dr. Fernando Santonja Medina
Profesor Titular de Fisioterapia en la Universidad de Murcia
Especialista en Medicina del Deporte
Especialista en Traumatología y Ortopedia
El tratamiento de una persona afecta de hiperlordosis se bada en los mismos principios ya enumerados para la hipercifosis. Los objetivos terapéuticos buscados cuando se realiza una cinesiterapia o a una persona afecta de hiperlordosis son: flexibilizar la concavidad posterior lumbar (importante por la tendencia a su estructuración con el paso de los años, así como los músculos erectores del raquis lumbar y los que conducen a la permanente anteversión pélvica como el iliopsoas; y potenciar los músculos retroversores de la pelvis como glúteos, abdominales e isquiosurales.
Las hiperlordosis pueden presentarse de forma aislada, pero con más frecuencia suelen coexistir con las hipercifosis, denominándoselas cifolordosis. En este caso, es preciso indicar ejercicios para ambas desalineaciones y conocer cual de estas curvas es la principal y cual la compensatoria o secundaria, porque la actuación terapéutica deberá realizarse con mayor énfasis sobre la curva principal para restablecer el equilibrio del raquis.
A) Ejercicios más recomendables
Potenciación de los músculos retroversores de la pelvis:
- Glúteos. Son los principales extensores del muslo. Su desarrollo puede obtenerse mediante las flexoextensiones de miembros inferiores en bipedestación o “sentadillas”. Suele realizarse aplicando peso sobre los hombros por medio de halteras o con la “máquina para gemelos”. En decúbito prono pueden trabajarse más específicamente realizando extensiones de la cadera con tobillo lastrado. En la máquina de prensa inclinada los glúteos se desarrollan tanto al realizar la flexión de rodillas (contracción excéntrica) como su extensión (concéntrica).
En el banco de hiperextensiones con el individuo en decúbito prono los glúteos trabajan en excéntrica al realizar la flexión del tronco y en concéntrica al recuperar la horizontalidad del tronco. En este mismo aparato si invertimos la posición del cuerpo (manos que se agarran donde se suelen apoyar las piernas, manteniendo apoyada la pelvis pero con los miembros inferiores pendiendo en posición horizontal), se trabaja esta musculatura al flexionar un solo miembro o ambos y recuperar la posición inicial. El uso de máquinas diseñadas para oponer una progresiva resistencia a la extensión de la cadera permite desarrollar específicamente los músculos glúteos.
- Abdominales. Ante individuos lordóticos se aconseja que la flexión del tronco sobre los muslos parta de 45º de flexión, con lo que se evita el efecto lordosante de los primeros grados de flexión por la tracción del psoas. Igualmente se procederá cuando flexionemos los muslos sobre el tronco partiendo de una flexión de aproximadamente 30º-45º. Ya hemos comentado en el apartado de la cifosis la implicación del psoas durante la ejecución de estos ejercicios. En estos individuos no es aconsejable utilizar los bancos inclinados para flexiones de tronco ya que aumentan la hiperlordosis por precisar una mayor acción del psoas.
- Isquiosurales. Se pueden potenciar selectivamente en la máquina que está diseñada para tal fin, en la que el individuo se dispone en decúbito prono con la resistencia aplicada sobre el extremo distal de las piernas. Es importante cuando se potencien guardar el principio de la “equilibración entre agonistas y antagonistas”, debido a que en estos grupos musculares a de predominar los cuadriceps sobre los isquiosurales en una proporción 1,5 a 2/1. En caso de una excesiva potenciación de los isquisurales se originará un desequilibrio con su antagonista, lo que facilitará la aparición de lesiones musculares en aquellos
que practiquen deportes pedestres donde se realicen cambios de ritmo y carreras de velocidad.
Ejercicios de flexibilización
- Psoas. El trabajo de extensibilidad ha de realizarse flexionando una cadera y manteniendo la otra en posición neutra o en extensión. Este trabajo suele realizarse durante la practica de diferentes ejercicios gimnásticos y los estiramientos de cinesiterapia, pero raramente con la practica de la musculación, excepto cuando utilicemos los bancos de abdominales inclinados, se disponga (activamente) la pelvis en retroversión y el deportista impida activamente la hiperlordosis lumbar.
-Flexibilización de la curvatura lordótica lumbar y de los músculos erectores del raquis lumbar. Puede conseguirse forzando la flexión del tronco como al mantener durante unos segundos al final de los ejercicios de abdominales. Es preciso que el deportista individualice esta flexión solo al segmento lumbar. Todos los ejercicios cuya posición de partida es en sedentación han de realizarse con una postura corregida e incluso en ligera cifosis lumbar.
Puede complementarse el trabajo de flexibilización del raquis lumbar durante diversos ejercicios en los que se buscan otros fines como al desarrollar el dorsal ancho con “polea al pecho”, ya que al extender los brazos podemos estirar la columna lumbar. Esta modificación estará contraindicada cuando exista una hipermovilidad lumbar (hiperlordosis en bipedestación y cifosis lumbar en flexión del tronco).
B) Ejercicios desaconsejables-Ante individuos hiperlordóticos, no serán aconsejables todos los ejercicios sobre banco cuya posición de partida sea un decúbito supino con tronco horizontal o inclinado y pies apoyados en el suelo, al ocasionar un incremento de la lordosis lumbar por la tracción del psoas. Este hecho suele suceder al realizar: “press banca”, “press francés”, “Pullóver”, desarrollo de pectorales con máquina universal etc. Esta acción desfavorable puede evitarse levantando los pies del suelo y flexionando las caderas y rodillas a 90º.
-Los ejercicios en bipedestación con levantamientos de cargas suelen acompañarse de hiperlordosis lumbar, más aún cuando se trabaja el fortalecimiento del hombre ya que para equilibrarse se tiende a incrementar esta curvatura lumbar. Puede evitarse esta hiperlordosis realizando el mismo
ejercicio en sedentación a poyado sobre el respaldo ligeramente inclinado lo que reduce notablemente la lordosis lumbar.