¿Y mi recompensa? Por qué en España sudar no vale ni un euro

¿Y mi recompensa? Por qué en España sudar no vale ni un euro

Pixabay at Pexels
¿Y mi recompensa? Por qué en España sudar no vale ni un euro

En Alemania, hacer deporte y asistir a revisiones médicas puede traducirse en un ingreso directo en tu cuenta bancaria: hasta 300 euros anuales por mantenerte activo, vacunarte o usar una app de salud. En España, en cambio, puedes correr 10 kilómetros diarios, hacer yoga al amanecer y sobrevivir a una clase de spinning con reguetón... y aun así, ni un céntimo.

La Seguridad Social no premia el sudor

La Seguridad Social española ofrece cobertura universal, sí. Cubre consultas, vacunas, hospitalizaciones y pruebas diagnósticas. Pero en lo que se refiere a recompensar hábitos saludables, el sistema es, digámoslo sin rodeos, generoso en teoría y tacaño en la práctica. No existe ningún programa nacional que otorgue bonificaciones o recompensas económicas por llevar una vida sana.

Y eso que el país no anda sobrado de buenos indicadores: obesidad creciente, diabetes tipo 2 en aumento y niveles bajos de actividad física en gran parte de la población adulta. Aun así, ni pasos, ni pulsaciones, ni chequeos se traducen en dinero.

Proyectos regionales: buena intención, poco impacto

Algunas comunidades autónomas como Navarra o Cataluña han introducido el "ejercicio físico prescrito" para pacientes con patologías crónicas. En teoría, un médico puede recomendar actividad física y derivar al paciente a un centro deportivo público con tarifas reducidas. En la práctica, el acceso es limitado, poco publicitado y con escasa coordinación entre centros sanitarios y deportivos.

El sector privado: descuentos, pero sin alegrías

Las aseguradoras privadas como Sanitas, DKV o Adeslas han intentado subirse al carro del "bienestar digital". Ofrecen apps con consejos, retos semanales y en algunos casos, descuentos en gimnasios. Pero, cuidado: esto no es una recompensa por lo que ya haces, sino una estrategia comercial para fidelizarte. Nada que ver con devolverte parte de la cuota por mantenerte en forma.

Comparación alemana: lo que aquí suena a ciencia ficción

Mientras en España nadie te felicita por controlar tu tensión o llegar a 10.000 pasos diarios, en Alemania tu seguro médico te lo agradece con euros. Allí, las Krankenkassen tienen programas digitales de bonificación: subes certificados, conectas el smartwatch y sumas puntos que se convierten en dinero. Parece justo, ¿no? Al fin y al cabo, un asegurado sano cuesta menos.

En España: tapas sí, incentivos no

El estilo de vida mediterráneo, tan admirado, se está transformando. Menos paseo y más pantalla. Más procesado y menos plato casero. Pero el sistema sanitario sigue actuando como si bastara con el jamón ibérico para prevenir infartos. Ni una estrategia moderna de motivación, ni una app pública atractiva, ni una campaña que vincule salud con recompensas tangibles.

¿Una oportunidad perdida?

Los expertos en salud pública coinciden: pequeños incentivos tienen gran impacto. Desde tarjetas regalo hasta descuentos o aportaciones para el gimnasio, hay muchas formas de motivar. Pero en España, por ahora, ni Ministerio ni Comunidades parecen dispuestos a hablar de dinero. Eso sí: si dejas de fumar, te dan la enhorabuena. Y si no lo haces, también. Viva la igualdad.

En un país donde correr se premia más en la Semana Santa que en el sistema sanitario, no sorprende que nadie espere dinero por cuidarse. Pero quizá, solo quizá, lleguemos a un punto donde el sistema diga: gracias por no enfermar. Y nos lo diga con algo más que un folleto. Hasta entonces, sigue sudando. Pero no preguntes por el talón.

0 Comentarios