Espacio del Personal Coach Morris Lee – Parte 3

Espacio del Personal Coach Morris Lee – Parte 3

Siempre trabajo globalmente de manera que el cliente pueda llegar al objetivo propuesto . Al principio llevo a cabo una charla intensa para poder hacerme una imagen exacta de mis clientes. Sus datos y sus problemas corporales no son lo único importante. Me interesa saber como viven, en qué trabajan y cómo es su ambiente laboral, cómo transcurre su tiempo libre, si tienen suficientes espacios para una pausa en su vida cotidiana, si consiguen relajarse y se toman un tiempo para ocuparse de ellos mismos.



Si ya existen problemas , no sirve de nada que yo los estrese aún más.  Entonces busco la posibilidad de complementar su entrenamiento de otra manera. Puede ser una visita regular al masajista y, por qué no también ir al cine seguido para que su vida cotidiana estresante no los agobie.

Para muchos clientes un entrenamiento perfecto no lo es todo, cuando es difícil organizar el tiempo y el aprovechamiento del ocio resulta problemático. Yo actúo globalmente en un entrenamiento . Para cada cliente creo un plan a corto, mediano y largo plazo el cual puede ser alterado por mí a cualquier momento siempre y cuando sea necesario. Si me doy cuenta  de que mi cliente en los primeros minutos del entrenamiento está a punto de explotar o enojado entonces le coloco unos guantes de boxeo y lo dejo que saque toda su furia. Si está exausto mentalmente y sin energía es obvio que no puedo exigir de él que lleva a cabo un entrenamiento que requiera de la máxima fuerza , cambio entonces espontáneamente la estrategia.



Cada día es diferente y un buen entrenador se convertirá en un buen coach cuando posea flexibilidad y la delicadeza de poder reconocer el estado físico y mental de su cliente para hacer de cada entrenamiento todo un éxito. Con los participantes del desafía así lo hice, al principio parece una locura pero no lo es.



Se nota a leguas cuando un grupo que va a las sesiones confiando  plenamente en su entrenandor , el ambiente se vuelve agradable. Yo prefiero a los participantes activos que van  llenos de entusisamo al entrenamiento y exijo de ellos un alto rendimiento, pero al mismo tiempo  los tomo de ejemplo para todos los demás. Esto obvio que provoca rápidamente reacciones. Los participantes lentos y estresados se esfuerzan en ser más activos,  suben su rendimiento y, al mismo tiempo sienten compasión pena por sus compañeros que son abordados por el coach de una forma un poco dura. Se dejan llevar por la corriente y de esta forma salen de su letargia.



De esta forma me ayudé del potencial de aquellos que venían llenos de energía  para contagiar a los otros participantes que empezaron el entrenamiento con pocas ganas. El nivel del grupo llega a un buen nivel y yo puedo de esta forma dar empuje a todo el grupo y puedo seguir con mi plan. Otro de mis principios básicos de mi técnica de entrenamiento es estructurar cada entrenamiento con diferentes exigencias. El cuerpo nunca debe de adivinar con anticipación lo que yo quiero de él, así pues el efecto sorpresa siempre resulta en una respuesta inmediata y esa reacción significa un avance. Esta es mi idea con la cual por un lado conduzco  más rápido al cliente/al grupo hacia la meta de una manera eficiente y por otro lado le ofrezco un entrenamiento  ameno e interesante.



Al cliente nunca se le debe revelar antes lo que le espera , si el número de repeticiones  aumentará o disminuirá, si se va a trabajar con pesos ligeros , si se entrenará un poco de técnicas de boxeo con pesas o defensa personal, si ese día se va a llegar al tope o será un entrenamiento relajante.  Todo tiene un determinado sistema que desarrollé hace años y que hoy en día puedo aplicar siempre con éxito , esto lo puedo afirmar sólo yo por lo menos hasta ahora.



Estos ejemplos son sólo una pequeña parte de las estrategias que no debe pasar por alto un entrenador éxitoso.  No se trata de “tener que “. Un buen coach “no debe”, él ansia, anhela el éxito así como su cliente .



Os deseo a todos que sean éxitosos y hasta pronto.

 

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