No soy endocrino, pero si se que se estima que especialmente a partir de los 40 años, decrece la testosterona en hombres a una tasa promedio del 1.6% por año. La reducción de estos niveles puede no llegar a ser patológica, sino que forma parte del envejecimiento natural manteniendo unos niveles dentro de los rangos normales.
Una buena alimentación, especialmente de vitamina D y Zinc, junto con hábitos saludables y entrenamientos de fuerza, pueden hacer que se mantengan unos niveles muy aceptables de testosterona pese a la edad.
En cuanto a la suplementación con testosterona, que tan de moda se ha puesto gracias a youtubers, hay que tener en cuenta la gran cantidad de publicidad engañosa que hay, donde se vende como un elixir antienvejecimiento, prometiendo cambios radicales en la calidad de vida del hombre con un aumento de la función sexual o aumento de la masa muscular. Sin embargo, estos beneficios solo se logran cuando existe un verdadero déficit, por lo que si los niveles de testosterona se encuentran dentro de los rangos normales, acordes a la edad/actividad del sujeto, el suministro de testosterona no va a tener ningún efecto beneficioso, es decir, no va a conseguir los milagros prometidos por las campañas publicitarias que tanto incitan a los hombres a hacer uso de estos tratamientos. Además, tal y como hemos citado anteriormente, sus efectos en estos pacientes podrían ser negativos, como la aceleración del cáncer de próstata preexistente por poner un ejemplo.
En cuanto al famoso Tribulus terrestris, aunque ciertos estudios clínicos han comprobado sus efectos en el aumento de la libido, la literatura científica apunta a mecanismos distintos al aumento de la testosterona, por lo que su uso con este fin sería ineficaz totalmente, y sobre la DHEA (dehidroepiandrosterona), el cual es un precursor de las hormonas sexuales que el cuerpo produce de forma natural y que es usada por muchas personas que buscan un aumento de su masa muscular, siento comunicaros que la mayoría de ensayos clínicos serios e independientes, indican que es inefectivo para este fin, sin contar que la suplementación con DHEA puede producir efectos secundarios e interacciones. (Además, su uso está prohibido en competición por la Agencia Antidopaje Mundial).