TerenceHill
Moderador
En uno u otro momento de su vida, todos fallan. Si sois culturistas, el signo del fracaso os abrumará exactamente igual que en cualquier otro deporte o aspecto de vuestra vida. Puede que dediquéis muchos esfuerzos para fijaros objetivos y modos de planificarlos, pero de vez en cuando acabaréis decepcionados. Puede que sea una pérdida menor de grasa que la esperada, fallar en levantar un número determinado de kilos o clasificar más abajo de lo que esperabais.
¿Por qué hablar de esas cosas negativas en forma de fracaso, si podéis utilizar esas experiencias para aprender más cosas sobre vosotros y convertiros en mejores atletas?
EL FRACASO ES BUENO
Aunque nadie quiere fracasar, la experiencia nos puede entregar informaciones valiosas que podemos utilizar en el futuro. Por ejemplo, el Dr. Keith Henschen, que ayuda a controlar las decepciones de equipos profesionales como los Utah Jazz, asegura que muchos atletas se fijan unos objetivos irreales que no pueden alcanzar. ”Cuesta tiempo y práctica”, nos dice, ”aprender a fijarnos objetivos que estén a nuestro alcance”.
Añade que los atletas que suelen abandonar sus deportes son aquellos incapaces de utilizar a su favor los fracasos previos. ”Esto sucede con más frecuencia con las lesiones. Los atletas de éxito que las padecen las utilizan para reajustar sus prioridades y mejorar en lugar de hacerse negativos y abandonar su deporte”.
El culturismo es un buen ejemplo. Los atletas con mayor longevidad y éxito han utilizado sus decepciones para aprender a mejorar. Por ejemplo, ¿sabíais que el gran Shawn Ray quedó el número catorce en su primera presentación del Olympia, allá en 1988?. ”Fue mi aparición en profesionales después de haber ganado los Nacionales; todos hablaban de mi, y ni siquiera quedé entre los diez primeros”, recuerda Ray. Esa experiencia le sirvió para aprender lo que necesitaba en sus preparaciones y tomárselas más en serio. Nos lo explica: ”Entonces intentaba terminar la universidad, hacía exhibiciones y me preparaba para el Mr. Olympia. No estaba concentrado”. A partir de ese duro golpe, Shawn ha llegado a quedar incluso segundo dos veces.
Miss Olympia Fitness, Mónica Brant, quedó sexta en la misma competición el año anterior. Para conseguir la victoria, entrenó muchas horas cada día: ”Tuve que trabajar muy duro para vencer. Por ejemplo, como no tenía experiencia con la danza o la gimnasia, tuve que aprenderlas para quedar bien ante el jurado”. Mónica que lleva compitiendo como profesional algunos años, no se queja de los sacrificios efectuados en pos del título: ”Mereció la pena dedicar todos estos esfuerzos para alcanzar al final mi objetivo a largo plazo”, nos explica.
TRABAJANDO EN EL OBJETIVO
Sin duda alguna, la vida resultaría más fácil si nunca tuviéramos que sufrir decepciones. Pero si no fuera por los fracasos, muchos de los grandes atletas no habrían obtenido el éxito que tienen hoy. ¿Se habría subido siempre Shawn a la plataforma con esa calidad de no haber perdido por no tenerla? ¿Se habría pasado Mónica las horas entrenando de haber ganado todas las competiciones?. Un consejo de uno de los grandes: cuando te sientas decepcionado por tu rendimiento, pregúntate a ti mismo: ¿Cómo puedo utilizar esta experiencia para mejorar?. Estas son algunas ideas que os pueden resultar muy útiles :
* Desarrollad fortaleza de ánimo. Recordad que todo el mundo, incluso el mejor atleta, ha fracasado alguna vez. No sois las únicas personas que experimentan fallos, y eso no refleja vuestro valor como persona. El fracaso forma parte del ser humano.
* Pensad a largo plazo. Se trata de una derrota y eso no significa que volváis a fracasar. Los niños que aprenden a caminar no dejan de intentarlo por caerse. Prueban una y otra vez y enseguida terminan por aprender solos. Utilizad ese principio básico para conseguir vuestros objetivos.
* Buscad lo positivo. Es muy raro que todo lo hagamos mal. Puede que hayáis entrenado duro y bien y no os hayáis saltado vuestra dieta. Reconoced vuestra disciplina y utilizad esa fuerza para ayudaros la próxima vez.
* Convertíos en investigadores. ¿Os falto algo que os hubiera ayudado a la victoria?. Para obtener éxito en el futuro, utilizad las decepciones como oportunidades para aprender respecto a lo que es necesario para alcanzar vuestro triunfo. Después del Olympia del 88, Shawn Ray se tomó un año entero de descanso de la competición para añadir el tamaño necesario para convertirse en un profesional de éxito. Sed honestos con vosotros mismos y determinad lo que necesitáis. Haced luego un plan para añadir el elemento que os falta.
* Dad valor a vuestro intento. Es necesario echarle valor a trabajar hacia un objetivo porque corremos el riesgo de no conseguirlo. Mónica dice: ”Si habéis dado el máximo, sentíos orgullosos de vuestros logros en vez de lamentaros por el resultado final”. Henschen añade ”Aprended a disfrutar en la participación en lugar de hacerlo sólo con la victoria”. Los atletas que triunfan disfrutan del proceso de trabajar en pos de un objetivo tanto como en conseguirlo.
* Encended la antorcha. Los atletas suelen utilizar las experiencias decepcionantes para motivarse y hacer las cosas mejor en la próxima competición. Shawn está de acuerdo: ”Después del Olympia 88, me dije ”Esto nunca me volverá a pasar, y así ha sido”. Aprended a utilizar vuestras propias experiencias con el fracaso como motivación para mejorar la próxima vez.
* Seguid adelante. No rumiéis el fracaso. Alejad vuestros pensamientos del pasado; ya está hecho y no se puede modificar. Unicamente podemos cambiar el presente.-
¿Por qué hablar de esas cosas negativas en forma de fracaso, si podéis utilizar esas experiencias para aprender más cosas sobre vosotros y convertiros en mejores atletas?
EL FRACASO ES BUENO
Aunque nadie quiere fracasar, la experiencia nos puede entregar informaciones valiosas que podemos utilizar en el futuro. Por ejemplo, el Dr. Keith Henschen, que ayuda a controlar las decepciones de equipos profesionales como los Utah Jazz, asegura que muchos atletas se fijan unos objetivos irreales que no pueden alcanzar. ”Cuesta tiempo y práctica”, nos dice, ”aprender a fijarnos objetivos que estén a nuestro alcance”.
Añade que los atletas que suelen abandonar sus deportes son aquellos incapaces de utilizar a su favor los fracasos previos. ”Esto sucede con más frecuencia con las lesiones. Los atletas de éxito que las padecen las utilizan para reajustar sus prioridades y mejorar en lugar de hacerse negativos y abandonar su deporte”.
El culturismo es un buen ejemplo. Los atletas con mayor longevidad y éxito han utilizado sus decepciones para aprender a mejorar. Por ejemplo, ¿sabíais que el gran Shawn Ray quedó el número catorce en su primera presentación del Olympia, allá en 1988?. ”Fue mi aparición en profesionales después de haber ganado los Nacionales; todos hablaban de mi, y ni siquiera quedé entre los diez primeros”, recuerda Ray. Esa experiencia le sirvió para aprender lo que necesitaba en sus preparaciones y tomárselas más en serio. Nos lo explica: ”Entonces intentaba terminar la universidad, hacía exhibiciones y me preparaba para el Mr. Olympia. No estaba concentrado”. A partir de ese duro golpe, Shawn ha llegado a quedar incluso segundo dos veces.
Miss Olympia Fitness, Mónica Brant, quedó sexta en la misma competición el año anterior. Para conseguir la victoria, entrenó muchas horas cada día: ”Tuve que trabajar muy duro para vencer. Por ejemplo, como no tenía experiencia con la danza o la gimnasia, tuve que aprenderlas para quedar bien ante el jurado”. Mónica que lleva compitiendo como profesional algunos años, no se queja de los sacrificios efectuados en pos del título: ”Mereció la pena dedicar todos estos esfuerzos para alcanzar al final mi objetivo a largo plazo”, nos explica.
TRABAJANDO EN EL OBJETIVO
Sin duda alguna, la vida resultaría más fácil si nunca tuviéramos que sufrir decepciones. Pero si no fuera por los fracasos, muchos de los grandes atletas no habrían obtenido el éxito que tienen hoy. ¿Se habría subido siempre Shawn a la plataforma con esa calidad de no haber perdido por no tenerla? ¿Se habría pasado Mónica las horas entrenando de haber ganado todas las competiciones?. Un consejo de uno de los grandes: cuando te sientas decepcionado por tu rendimiento, pregúntate a ti mismo: ¿Cómo puedo utilizar esta experiencia para mejorar?. Estas son algunas ideas que os pueden resultar muy útiles :
* Desarrollad fortaleza de ánimo. Recordad que todo el mundo, incluso el mejor atleta, ha fracasado alguna vez. No sois las únicas personas que experimentan fallos, y eso no refleja vuestro valor como persona. El fracaso forma parte del ser humano.
* Pensad a largo plazo. Se trata de una derrota y eso no significa que volváis a fracasar. Los niños que aprenden a caminar no dejan de intentarlo por caerse. Prueban una y otra vez y enseguida terminan por aprender solos. Utilizad ese principio básico para conseguir vuestros objetivos.
* Buscad lo positivo. Es muy raro que todo lo hagamos mal. Puede que hayáis entrenado duro y bien y no os hayáis saltado vuestra dieta. Reconoced vuestra disciplina y utilizad esa fuerza para ayudaros la próxima vez.
* Convertíos en investigadores. ¿Os falto algo que os hubiera ayudado a la victoria?. Para obtener éxito en el futuro, utilizad las decepciones como oportunidades para aprender respecto a lo que es necesario para alcanzar vuestro triunfo. Después del Olympia del 88, Shawn Ray se tomó un año entero de descanso de la competición para añadir el tamaño necesario para convertirse en un profesional de éxito. Sed honestos con vosotros mismos y determinad lo que necesitáis. Haced luego un plan para añadir el elemento que os falta.
* Dad valor a vuestro intento. Es necesario echarle valor a trabajar hacia un objetivo porque corremos el riesgo de no conseguirlo. Mónica dice: ”Si habéis dado el máximo, sentíos orgullosos de vuestros logros en vez de lamentaros por el resultado final”. Henschen añade ”Aprended a disfrutar en la participación en lugar de hacerlo sólo con la victoria”. Los atletas que triunfan disfrutan del proceso de trabajar en pos de un objetivo tanto como en conseguirlo.
* Encended la antorcha. Los atletas suelen utilizar las experiencias decepcionantes para motivarse y hacer las cosas mejor en la próxima competición. Shawn está de acuerdo: ”Después del Olympia 88, me dije ”Esto nunca me volverá a pasar, y así ha sido”. Aprended a utilizar vuestras propias experiencias con el fracaso como motivación para mejorar la próxima vez.
* Seguid adelante. No rumiéis el fracaso. Alejad vuestros pensamientos del pasado; ya está hecho y no se puede modificar. Unicamente podemos cambiar el presente.-