Yo personalmente si soy partidario de realizar ayuno de vez en cuando, ya que ayunar durante unos días puede ser beneficioso para la salud gracias al cambio en el metabolismo que se produce en nuestro cuerpo aunque no siempre y de continuo lo recomendaría por que el cuerpo volvería a adaptarse, y no obtendríamos el beneficio del cambio de metabolismo, pero
es mucho más importante llevar una dieta saludable y ejercicio, que el ayuno en si, por que de nada serviría ayunar, si después la alimentación no es la correcta.
Una dieta baja en calorías imita los efectos del ayuno sin tener que dejar de comer, por lo que más que el ayuno en si, lo que cuenta realmente es el hábito saludable.
El equipo de Longo, en California, está realizando nuevos ensayos con personas sanas para confirmar que el ayuno sea realmente beneficioso. Además, advierte que nadie debe llevar a cabo esta práctica sin la supervisión de un médico. Otros expertos añaden que los estudios en humanos son aún muy preliminares y se debe ser prudente.
En la actualidad, la Organización Mundial de la Salud no incluye el ayuno entre sus recomendaciones para prevenir la obesidad y otras enfermedades crónicas, sino que promueve una dieta saludable y el ejercicio físico habitual. Asimismo, la Asociación de Dietistas del Reino Unido y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer coinciden en reconocer que, a pesar de que se han visto beneficios potenciales para la salud con el ayuno, esta práctica puede provocar importantes efectos adversos como irritabilidad, dificultad para concentrarse, trastornos del sueño, deshidratación y deficiencias nutricionales, y que se desconocen posibles consecuencias para la salud a largo plazo, y que se están estudiando en la actualidad, por lo que prefieren ser cautos antes de recomendarlo oficialmente antes de las conclusiones de los estudios que están realizándose en la actualidad.
Nutrimedia es un proyecto de investigación y comunicación que analiza la veracidad de los mensajes que recibe la población relacionados con la alimentación y la nutrición, en este caso del ayuno.
El proyecto está liderado por el Observatorio de la Comunicación Científica, con la colaboración del Centro Cochrane Iberoamericano y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología-Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y cuenta con el asesoramiento de la Academia Española de Nutrición y Dietética.
Un estudio realizado en Estados Unidos en el año 2007 puso de manifiesto que durante el ayuno se incrementan los niveles tanto del llamado colesterol malo (LDL) como del colesterol bueno (HDL) en 14% y 6% respectivamente, aumentando el nivel total de colesterol. El ayuno produce hambre y estrés. En respuesta, el organismo libera más colesterol, lo cual le permite utilizar grasa como fuente de energía, en lugar de glucosa, tal. Asimismo, esto reduce el número de adipocitos (células de la grasa) en el organismo. Cuantos menos células grasas tenga el organismo, existe menos probabilidad de sufrir hipercolesterolemia, resistencia a la insulina o diabetes, pero eso es en la teoría. Dentro de la comunidad médica, habría que ser cauto aún para afirmar muchos beneficios que ofrece el ayuno.
La moda por los grandes beneficios (supuestamente) reflejado en la primera encuesta del proyecto Nutrimedia del Observatorio de la Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona ha motivado la realización de una evaluación científica de su veracidad. Tras el análisis de las evidencias disponibles, se ha concluido que, hoy por hoy, la práctica del ayuno esporádico o intermitente por motivos de salud no tiene justificación científica.
https://www.upf.edu/web/occ/
Sin embargo, la evaluación de las pruebas científicas realizada por Nutrimedia concluye que los mensajes que avalen o recomienden practicar el ayuno esporádico para conseguir alguno de los efectos mencionados deben ser considerados inciertos o dudosos. O, dicho de otro modo, la ciencia no sabe si el ayuno puede tener estos efectos, sobre todo considerándolos a medio y largo plazo. Esto es así porque, aunque hay estudios en humanos que sugieren dichos efectos, todavía es temprano para confirmarlos o descartarlos, pues las investigaciones realizadas son pocas y su calidad es insuficiente.
El grado de certeza con el que se puede afirmar que el ayuno intermitente tiene un efecto positivo en la reducción del peso y en el estado de ánimo es bajo, mientras que el de los efectos sobre las enfermedades crónicas es muy bajo según la comunidad científica y la Organización Mundial de la Salud.
Lo más probable es que nuevos estudios sobre los efectos del ayuno en la salud sean muy distintos a los actuales, en un sentido o en otro, pues estas investigaciones se han realizado con pocas personas y durante un periodo breve, según la evaluación. Cuando se formalicen dichas investigaciones se sabrá de una manera más veraz y científica.