Gonzalo Navarrete
En definición
Nunca he tomado proteínas, y estaba pensando comenzar aunque estoy en definición... no se cual tomar, a ver si podéis recomendarme alguna por favor.
Pero en estas que me encuentro el siguiente comentario de Pablo Motos acerca de las proteínas:
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El gran enemigo: los pedos
No se por qué, nadie ha contado nunca lo mal que huelen los pedos cuando tomas proteínas. Según las estadísticas, un humano normal se tira al día 14 pedos. Cuando tomas proteínas, sobre todo si son de chocolate, puedes tirarte al día unos 1.400 cebollazos. Y lo más dramático es que el olor es horrible. Son tan intensos que casi se pueden ver. Son como presencias fantasmales. De pronto vas caminando por un pasillo y hay una zona en la que sientes la presencia? Es "tu fantasma de la peste". Así es que más vale que no se acerque nadie. Recuerdo la primera noche después de tomar proteínas que ¡me desperté del olor de un pedo propio! No me había pasado en la vida. Pensé: "¿Qué está pasando aquí? ¿Han entrado a robar y nos han tirado un gas extraño?"? Cuando me di la vuelta a mi mujer se le había puesto el pelo rubio.
Y luego está lo del sonido, que ya es optativo, pero después de estos meses he llegado a la conclusión de que la potencia de mis bíceps es inferior a la de mi culo. Una vez me tiré un chuflo en mi habitación y mi madre desde el comedor me dijo "¡No des portazos!". En fin, no deja de ser una experiencia. Cuando te mueras, olerás así.
Todos estos esfuerzos tienen un premio. Un día sales de la ducha, te ves reflejado en el espejo y dices: "¿Quién es ese?". Acto seguido te quedas un cuarto de hora mirándote a ti mismo y haciendo poses como cuando tenías 14 años? Al rato te sabe a poco y vuelves otra vez al baño, esta vez sólo a quitarte la camiseta y refocilarte de cómo te está cambiando el cuerpo. Acabas de volver a la adolescencia porque lo siguiente que haces es medirte, y después hacerte el encontradizo con cualquier chica para que te toque el brazo.
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Texto completo en:
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Gracias anticipadas.
Pero en estas que me encuentro el siguiente comentario de Pablo Motos acerca de las proteínas:
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El gran enemigo: los pedos
No se por qué, nadie ha contado nunca lo mal que huelen los pedos cuando tomas proteínas. Según las estadísticas, un humano normal se tira al día 14 pedos. Cuando tomas proteínas, sobre todo si son de chocolate, puedes tirarte al día unos 1.400 cebollazos. Y lo más dramático es que el olor es horrible. Son tan intensos que casi se pueden ver. Son como presencias fantasmales. De pronto vas caminando por un pasillo y hay una zona en la que sientes la presencia? Es "tu fantasma de la peste". Así es que más vale que no se acerque nadie. Recuerdo la primera noche después de tomar proteínas que ¡me desperté del olor de un pedo propio! No me había pasado en la vida. Pensé: "¿Qué está pasando aquí? ¿Han entrado a robar y nos han tirado un gas extraño?"? Cuando me di la vuelta a mi mujer se le había puesto el pelo rubio.
Y luego está lo del sonido, que ya es optativo, pero después de estos meses he llegado a la conclusión de que la potencia de mis bíceps es inferior a la de mi culo. Una vez me tiré un chuflo en mi habitación y mi madre desde el comedor me dijo "¡No des portazos!". En fin, no deja de ser una experiencia. Cuando te mueras, olerás así.
Todos estos esfuerzos tienen un premio. Un día sales de la ducha, te ves reflejado en el espejo y dices: "¿Quién es ese?". Acto seguido te quedas un cuarto de hora mirándote a ti mismo y haciendo poses como cuando tenías 14 años? Al rato te sabe a poco y vuelves otra vez al baño, esta vez sólo a quitarte la camiseta y refocilarte de cómo te está cambiando el cuerpo. Acabas de volver a la adolescencia porque lo siguiente que haces es medirte, y después hacerte el encontradizo con cualquier chica para que te toque el brazo.
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Gracias anticipadas.